El Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) ha conseguido en 2016 mantener las políticas de reducción del impacto ambiental de su actividad y afianzar la creación de valor sostenible y positivo para su entorno más inmediato, además de mejorar algunos de sus registros más significativos, según se destaca en su sexta memoria de RSC.
El recinto, consciente del impacto ambiental derivado de su actividad (consumo de energía y materiales, generación de residuos y desplazamiento de personas, principalmente), está en proceso de obtener en 2017 las certificaciones ISO 20121 para la Gestión Sostenible de Eventos e ISO 22000 de Seguridad Alimentaria, que complementarán a la ISO 14001 para el Sistema de Gestión Ambiental y la EMAS (Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría).
El director general del CCIB, Marc Rodríguez, ha señalado que "continuamos manteniendo un firme compromiso de crear ocupación y generar riqueza en nuestro entorno más inmediato, con conciencia social y sin escatimar esfuerzos en la adopción de nuevos retos para seguir avanzando y posicionarnos como centro de convenciones totalmente sostenible".
Acciones concretas
En la política medioambiental del CCIB, destacan el
aumento del porcentaje de residuos reciclados (47%) y
la reducción del consumo de papel (-8,5%)
y de energía por visitante (-9,13%). También es significativa la evaluación medioambiental y de seguridad industrial de los proveedores:
los 12 más grandes y con mayor facturación disponen de certificados y políticas de RSC alineadas con las del CCIB. Además, se ofrece a los clientes la posibilidad de compensar la huella de carbono del evento realizado, una práctica que el propio centro aplica en sus actividades. Así, en 2016 se calcularon y compensaron un total de 175 tCO2, que se destinaron a un proyecto de generación de energía eólica y a otro que utiliza biomasa renovable en lugar de madera nativa como combustible.
Desde el punto de vista económico-social, el impacto en el entorno local pasa por
la creación de puestos de trabajo directos (+11%)
e indirectos (150), la contratación de proveedores locales (94%) y
una repercusión de 388,77 millones de euros en la ciudad (cálculo a partir del valor medio de gasto por asistente que establece el Barcelona Convention Bureau), un 24% mayor que en 2015. La pertenencia del CCIB a Barcelona Fòrum District, de la cual es miembro cofundador desde 2011, ha sido la plataforma para incrementar las colaboraciones con otras entidades enfocadas a promocionar la cultura y la educación y evitar la exclusión social.