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NEXOTUR | OPINIÓN EDITORIAL

El transporte por carretera dice ‘basta’

lunes 25 de enero de 2016, 07:00h
El transporte por carretera dice ‘basta’
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Rivalidad entre carretera y el tren. La competencia es un hecho, alimentado por los responsables políticos. Desde el Sector se ha intentado llenar de contenido un término complejo: intermodalidad. La carretera cree en la colaboración entre modos, pero siempre basado en eso mismo, en la colaboración, no el favoritismo de la Administración por el ferrocarril.
El transporte por carretera ha intentado de múltiples maneras alzar la voz para solicitar un mayor equilibrio presupuestario y reparto ecuánime de las inversiones, y políticas de precios menos agresivas en Larga Distancia y la Alta Velocidad… Cooperación entre modos.

Lamentablemente, no ha sido posible. No se ha escuchado a la carretera como merece. No se ha tenido en cuenta la opinión de los portavoces de las empresas que transportan más del 85% de los viajeros en nuestro país. No se ha caído en la cuenta de que el ferrocarril llega a donde llega, y que el resto del trayecto se hace sobre ruedas y gracias a un volante.

Y ha llegado la hora de dar un paso al frente. Hartos de esperar, de negociar contra posiciones inamovibles, de pelear contra intereses creados más que poderosos, el Sector ha dicho basta. Ha decidido ir por las malas. Y ya no hay vuelta atrás. La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) denunció a Renfe por presuntas prácticas contrarias a las leyes de competencia ante la Comisión Nacional de la Competencia.

Poco después, siguiendo la lógica cronología, se produjo una rueda de prensa en la sede de la CEOE para, una vez dado el paso, explicar los motivos y razones de tal decisión.
Rafael Barbadillo afirma que Renfe estaría distorsionando la libre competencia

Rafael Barbadillo, presidente de la Confederación, afirma que Renfe estaría, a su juicio, distorsionando la libre competencia, mediante la aplicación de precios inferiores al coste real ("precios predatorios"), provocando exclusión o perjudicando gravemente a otros operadores del transporte de viajeros.

Además, podrían estar aplicándose subvenciones cruzadas entre servicios comerciales (AVE y larga distancia) y los sometidos a obligaciones de servicio público (Cercanías y media distancia), lo que implicaría un mal uso de las subvenciones del Estado.

Por último, "se estaría llevando a cabo una aplicación ilícita en el Billete Combinado, que permite a Renfe beneficiarse de las subvenciones que recibe en la prestación del servicio de cercanías, al ofrecer gratis este servicio a los clientes que han usado un tren AVE o de larga distancia", asegura Rafael Barbadillo.

"Desde 1992 han convivido el AVE y el autocar en la línea Madrid-Sevilla sin problema, porque cada uno tenía su nicho de mercado, siendo el autocar el medio de aquellos que miran más el bolsillo, pero este status quo cambió", apunta Barbadillo, "Pero había que justificar las tremendas inversiones efectuadas en el ferrocarril". Desde entonces, según los datos de Confebús, a pesar de la nueva forma de actuar, Renfe "sigue arrastrando graves pérdidas: en 2013 fueron de 63 millones de euros, y en 2014 de 139 millones. Y puede arrastrar al autobús en su locura, ya que con su política de precios bajos aumentó en 2013 en 3,25 millones de viajeros, mientras que el autocar perdía 1,4 millones".

Los transportistas se preguntan: ¿por qué promocionar un modo de transporte que no es el elegido por la mayoría de los clientes? Y reivindican las notables mejoras que se podrían introducir en la carretera, con una mínima parte de lo que cuestan algunas líneas de AVE de dudosa rentabilidad.

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