Así, a los socialistas les cuesta creer en la buena voluntad de quien ya abandonó el proyecto y reclaman la máxima transparencia y las máximas garantías para que no se repita lo ocurrido. "No deja de llamar la atención que la misma empresa que hace unos años abandonó el proyecto porque no lo encontraba atractivo, ahora, después de que los ciudadanos hayan pagado con dinero público la infraestructura, encuentre interesante volver optar al proyecto".
"Puede ser absolutamente legal, pero también puede ser indecente", ha señalado el candidato socialista y portavoz adjunto del PSIB-PSOE en el Ayuntamiento, José Hila, repitiendo las palabras que Aina Calvo expresaba al conocer la noticia de que Barceló optaba al concurso. Hila ha exigido al Gobierno municipal del PP que defienda los intereses de los ciudadanos y ciudadanas frente a un interés particular que ya atentó en su día contra el interés general y ha reclamado al Gobierno de Baleares que explique cómo piensa blindar a los ciudadanos de Palma para evitar que la situación se vuelva a repetir.
Los socialistas han recordado su oposición a los pliegos del concurso, de los que pidieron la retirada en el pleno de enero para consensuarlos.
Posición de MÉS
En el mismo sentido se ha posicionado la formación MÉS per Mallorca, asegurando que la adjudicación al grupo hotelero Barceló de la gestión del Palacio de Congresos de Palma, y del hotel anexo, es una burla a la ciudadanía y un regalo a una empresa privada que se ha enriquecido a costa de la ciudadanía. El candidato de MÉS per Mallorca al Parlamento, David Abril, ha afirmado que "los ciudadanos tendremos que poner los 80 millones de euros que Barceló no puso, y encima esta empresa ganará dinero desde el primer día a costa del contribuyente: es una auténtica estafa".
Según Abril, "el Palacio ya nos ha costado bastante dinero, y esta adjudicación es una ofensa al sentido común y mina la confianza del pueblo en las instituciones, ya que no puede ser que una empresa que incumplió sus compromisos con la administración y abandonó las obras ahora se adjudique el negocio. Y eso sin contar con la petición de indemnización pendiente de resolución de la otra empresa implicada, Acciona, por unos retrasos que tienen directamente que ver con la fuga de Barceló la anterior legislatura".
Abril ha advertido de que si hay cambio de gobierno en las instituciones tras el 24M, su formación revisará a fondo el contrato recientemente adjudicado no sólo por el anterior incumplimiento de Barceló, sino además por no haber tenido en cuenta el valor real del hotel, que podría superar los 60 millones de euros, sobre todo si se tiene en cuenta que sólo este año el valor de los hoteles mallorquines en función de las expectativas de visitantes ha subido un 10%. Abril no descarta acciones judiciales si llega el caso y "se puede demostrar sobre el papel lo que a los ojos de cualquier persona es una auténtica estafa", ha reiterado el candidato.