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Pero ¿qué pasó en Orizonia?

El grupo Orizonia fue víctima de dos vampiros financieros, Carlyle y Vista (sociedad del Santander)

martes 17 de febrero de 2015, 01:00h

La marca Vibo, vale 100 euros. La subasta de las marcas de Orizonia siembra de dudas su gestión. ¿Cómo es posible que los gestores de Orizonia cambien el nombre a Viajes Iberia, con casi un millar de oficinas, rebautizándola como Vibo Viajes, una marca cuya grafía dificultaba incluso la lectura del rótulo?

Eliminar una gran marca como Viajes Iberia no sólo fue bien recibido por sus competidores, que festejaban jocosamente el desatino, sino por la compañía aérea del mismo nombre, que se veía obligada a luchar, en la calle y en la Red, con una minorista con su mismo nombre. De hecho, Iberia ha sido el principal antagonista de Miguel Fluxá (cuyo padre Lorenzo Fluxá fue el artífice de Viajes Iberia), junto a Globalia, en la puja por esta gran marca, que se ha subastado en 550.000 euros, pese a que hace años fue apartada en favor de Vibo Viajes. Más de medio millón de euros pagados por Viajes Iberia, que contrastan con los 100 euros (la puja de salida, tras la que nadie se interesó) que vale Vibo Viajes, pese a que Orizonia gastó en su lanzamiento y campañas publicitarias y virales cerca de 10 millones de euros... Increíble.

Coincide este sorprendente hecho, digno de presidir la antología del disparate del Turismo español, con la declaración judicial de quiebra culpable para los propietarios de Orizonia: las capitales-riesgo Carlyle y Vista Capital.

La primera conclusión —que confirma la opinión editorial reiterada por NEXOTUR durante estos años— es que Orizonia fue objeto de una operación especulativa, planificada por dos grandes sociedades de capital-riesgo sin escrúpulos (valga la redundancia), mediante una compra apalancada (la mayor parte del pago al Grupo Iberostar se hizo con un crédito, que pretendían devolver a los bancos con los beneficios del grupo adquirido. En suma, que Orizonia fue víctima de dos sanguijuelas financieras, que sangraron a uno de nuestros mayores grupos, para intentar dar un pelotazo bursátil sin casi poner dinero.

¿Quiénes son estas dos grandes capitalriesgo que han hundido Orizonia? La mayoritaria es Carlyle, que forma parte del grupo del mismo nombre, entre cuyos propietarios están, aunque parezca increíble, las familias Bin Laden (sí, la familia del líder saudí de Al Qaeda) y los Bush (incluido un expresidente de Estados Unidos). Y la minoritaria, Vista Capital, sociedad capital-riesgo propiedad del Grupo Santander, de la familia Botín. 

La consideración judical de "culpable" podría suponer una reclamación multimillonaria a Carlyle y Vista, además de inhabilitaciones para que sus gestores vuelvan a trabajar en España. Dos demandas en las cuales coinciden los demandantes y los (ya ex) trabajadores. Aunque el daño ya está hecho, la actuación judicial revela quienes son los culpables, y exime al grupo competidor, que había sido objeto de insidias interesadas.

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