Es la tercera caída experimentada por las minoristas en los cuatro últimos meses y da al traste con las expectativas de recuperación del mercado emisor español, que el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había adelantado en entrevista exclusiva concedida a NEXOTUR. Y convierte en poco más que un espejismo el boom de reservas que las agencias habían recibido desde finales de 2013, que iría desinflándose conforme avanzaba el año.
Y es que el aumento de las ventas durante el primer cuatrimestre (de enero a abril) se situó en el 4%, si bien con el sesgo del efecto Semana Santa en la comparativa mensual con el ejercicio precedente. Todo un cambio de tendencia tras más de un lustro de severa caída, a causa de la crisis.
El análisis del negocio de agencias de viajes y turoperadores realizado por este periódico, muestra en los ocho primeros meses del año dos caras opuestas. Frente al repunte del 3,9% registrado en el periodo comprendido entre enero y abril, el segundo cuatrimestre ha estado marcado por la debilidad de la demanda. Estamos, probablemente, ante los tan temidos como esperados dientes de sierra (caídas bruscas tras fuertes incrementos), que suelen caracterizar los períodos post crisis.
Solo en uno de los últimos cuatro meses, según revela el Instituto Nacional de Estadística (INE), las agencias de viajes que operan en el mercado español han superado los niveles de facturación de 2013: julio, con una tasa de crecimiento del 1,3%. En cambio, en mayo, junio y agosto se han producido descensos del 3,6%, 4,5% y 3,9%, respectivamente. Tendencia a la baja que se refleja en la tasa del acumulado del año, que por primera vez es negativa (-0,4%), y convierte en malo un ejercicio que pintaba realmente bien.
Estos magros resultados contrastan con la evolución de los sectores turísticos, que han registrado resultados positivos en agosto, a causa de la buena marcha del receptivo, a diferencia del emisor.
El transporte aéreo está a la cabeza con un aumento de ingresos del 9,7%, registrando también en el acumulado un crecimiento del 6,2%. Tendencia que se refleja no sólo en la venta directa, sino en la intermediada que registra el BSP.
También el tren disfruta de importantes subidas interanuales del 9,6% en agosto y del 6,7% en los ocho primeros meses.
Por su parte, el transporte marítimo y por vías navegables ha crecido un 3,2% hasta agosto, aunque se limita al 1,2% en el acumulado anual de enero a agosto.
Y algo similar cabe decir de las ventas de la hotelería y alojamiento reglado, que se ha incrementado en un 8,6% en el último mes analizado, y el 5,4% de media hasta agosto.
Los altibajos de la curva del consumo de viajes en España en 2014 (los dientes de sierra) son causa de gran preocupación para un Sector exhausto, que confiaba empezar a recuperar este año algo del terreno perdido. Y muestra a las claras que la confianza de los funcionarios (y otros segmentos de la ciudadanía que disponen de ahorros y, por tanto, de cierta capacidad de gasto), ha vuelto a desmoronarse. Una pésima noticia para la intermediación, que asiste perpleja a la bipolaridad de una demanda que pasa de la euforia a la depresión sin solución de continuidad, en una suerte de trastorno maniaco-depresivo que nadie sabe cuánto durará.
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