Aunque la distancia sea sideral entre el resultado de las agencias y el de otros sectores turísticos —como la hotelería, que ha añadido a la buena marcha del receptivo extranjero la tímida mejora del emisor doméstico—, no puede negarse que las reservas han crecido. Y lo que es más importante: se ha recuperado parte del margen perdido a causa de la guerra de precios que, temporada tras temporada, ha ido empobreciendo la rentabilidad sectorial.
Y es que pese al rechazo a las declaraciones del presidente del Gobierno en la entrevista concedida a este periódico coincidiendo con Fitur, los datos han acabado dando la razón a lo que aseguraba Mariano Rajoy a NEXOTUR: "Nos encontramos en plena reactivación del mercado emisor nacional", mientras destacaba el "comportamiento excelente" de la llegada de turistas extranjeros en tiempos de crisis económica.
Más allá del buen comportamiento del Receptivo, que ha registrado cifras positivas en los años de crisis, Rajoy destacó la mejoría mostrada por la demanda nacional, afirmando que "según los últimos datos, nos encontramos en plena reactivación del mercado emisor nacional que representa el 50% del Sector". "Hoy vemos como, junto a la confianza del consumidor (que subió siete puntos en diciembre), crecen las pernoctaciones de los residentes, los desplazamientos de los españoles, los pagos por viajes al extranjero y como las ocupaciones de los últimos puentes han sido francamente buenas", en palabras de Rajoy.
"Es una gran noticia para el Sector", aseguraba Rajoy, ante el escepticismo o el rechazo de la mayoría de empresarios, directivos y profesionales que entonces, como ahora, sufren los efectos de la crisis más grave de la historia.
Pero es de justicia reconocer, ahora que todavía no estamos en campaña electoral, que Rajoy tenía razón, al menos en parte. Aunque estemos solo al inicio, la recuperación empieza a notarse en la propensión al consumo de los españoles. Especialmente entre los millones de funcionarios, que habían optado por el ahorro compulsivo ante la incertidumbre sobre su futuro, y que ya han empezado a gastar.
Otra cosa es la economía productiva, tanto profesionales de la empresa privada como los autónomos que, salvo excepciones, mantienen apretado el cinturón, atenazados por la reducción de ingresos, la pérdida del margen y el cierre total del grifo crediticio.
Los agentes de viajes son el mejor barómetro para medir la propensión al gasto en viajes y vacaciones de los españoles y, aunque parte de la tarta se ha derivado a la venta on-line, la cruda realidad es que han cerrado más de 3.000 puntos de venta, y que hay más de 5.000 agentes de viajes en paro (o en subempleo). Una situación que solo se paliará si al inicio de esta recuperación del emisor doméstico, anunciada por Rajoy en enero, se añade la recuperación del viaje corporativo y las reuniones, que podría hacerse realidad en 2015 si los consejos de administración de las empresas líderes deciden levantar el pie del freno del gasto.
En suma, traduciendo la expresión italiana (allegro, ma non troppo) el tempo de las ventas de viajes es: alegría sí, pero no demasiada. Pero lo importante es que hay cambio de tendencia. Ahora hay que confiar en que sea sostenida.
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