La crisis económica se ha traducido en un aumento de las diferencias entre los países del norte y sur de Europa. Aunque a nivel global el presupuesto medio que los europeos asignan a sus vacaciones de verano se incrementará en 71 euros, hasta los 2.313 euros, detrás de esta mejora está el aumento de la brecha entre los países más afectados por la coyuntura económica y aquellos que muestran una mayor resistencia.
Según un el Barómetro de Ipsos–Europ Assistance, en 2014, la diferencia entre el presupuesto vacacional medio de los países del norte (Reino Unido, Alemania, Bélgica, Austria) y los del sur (España, Italia, Francia) ha alcanzado una cifra aproximada de 700 euros, mientras que antes de la crisis, en 2008, la diferencia se situaba en 370 euros. Del mismo modo, dentro de la zona euro, la diferencia entre los presupuestos medios más altos y más bajos ha aumentado en casi un 5% en seis años.
Los británicos lideran el ‘ranking’
Igual que el año pasado, los británicos son los que más gastan en sus vacaciones de verano (2.932 euros), seguidos por los belgas (2.577), austriacos (2.542) y alemanes (2.397). Por el contrario, italianos y españoles se encuentran a la cola del ranking con presupuestos muy inferiores a la media europea (1.798 y 1.723, respectivamente). Por su parte, los franceses tienen el mayor presupuesto vacacional de los países mediterráneos (2.227 euros), aunque permanece un poco por debajo de la media europea.
En lo que respecta al número de desplazamientos, el informe revela que, después de varios años de caídas consecutivas, en 2014 la intención de viaje se mantiene estable, con un porcentaje del 54%. Sin embargo, esta cifra esconde grandes variaciones según el país de origen. La tendencia resulta especialmente favorable en los mercados del norte de Europa, con incrementos del 4% en Alemania (56% del total) y del 11% en Austria (68%).
Su situación contrasta con la de los demás países europeos. Una vez más, un número menor de franceses saldrá de vacaciones este verano (-4%), con un porcentaje del 58%. Por su parte, en España mantiene el nivel más bajo (42%), igualando las cifras de 2013.