"En hoteles y otras instalaciones turísticas de ocio, el mantenimiento de los niveles de confort y de seguridad demandados por los usuarios adquiere tanta importancia como una adecuada y sostenible gestión de recursos y de instalaciones", explica Francisco Lucas, director Nacional de Mercados Socio-Sanitario y Hotelero de Aqualogy, firma especializada en el desarrollo de soluciones directamente vinculadas a la optimización de instalaciones y consumos de agua y, por lo tanto, a la reducción de costes y a la consecución de una mayor eficiencia en el uso de este recurso.
Para Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del Instituto Tecnológico Hotelero, "es crucial que los hoteles se anticipen al debate de la gestión del agua, un recurso clave en la ecuación de la sostenibilidad hotelera en España". "La tecnología es un aliado en la planificación de la gestión del agua, y ofrece múltiples soluciones, escalables para cada caso", agrega.
Seis departamentos, seis recomendaciones
Una herramienta útil para lograr este objetivo es la implantación de un Plan de Gestión Integral del Agua en el hotel. Este debería empezar por una profunda auditoría hídrica con el objetivo de chequear todas las áreas que frecuentemente tienen un alto consumo o potenciales pérdidas, y evaluar sus patrones de uso y demandas. Con esta información, el hotel podría establecer prioridades y poner en marcha las actuaciones necesarias, dirigidas a llevar un óptimo control de las instalaciones y de los recursos empleados en ellas.
De manera resumida, los diferentes usos y necesidades de agua en un hotel pueden agruparse en seis bloques:
1. Habitaciones: en el uso sanitario en duchas, lavabos e inodoros se pueden implantar elementos de reducción de consumo, como perlizadores, duchas reductoras de caudal y cisternas de doble descarga.
2. Cocina: para la preparación de alimentos y limpieza, además de sistemas reductores de caudal, es fundamental transmitir al equipo estrategias para ahorrar agua y usarla de la forma más eficiente.
3. Mantenimiento de zonas verdes: estableciendo horarios de riego adecuados a la climatología, y adaptados a las condiciones de las estaciones, sistemas de riego con aguas recuperadas y/o recicladas, no aptas para el consumo humano. Además, se recomienda tener en consideración especies vegetales que se adapten a las condiciones naturales de la zona, para racionalizar el uso de agua en el riego y mantenimiento de estas instalaciones.
4. Instalaciones complementarias y ocio: las piscinas, SPAs, vestuarios y gimnasios las instalaciones que consumen más cantidad de agua, por lo tanto recuperar y tratar el agua usada para emplearla en otras tareas o para reutilizarla en esta instalaciones garantiza su uso eficiente.
5. Operaciones de limpieza: en habitaciones, zonas comunes y lavanderías, además de usar el agua reciclada y tratada de otras áreas del hotel, es importante evaluar hasta qué punto es más eficiente, sostenible y viable económicamente confiar estas tareas a agentes externos. Por otra parte, una de las medidas más eficaces y de probado éxito, es hacer partícipe al cliente de su consumo hídrico.
6. Climatización: es fundamental controlar las posibles pérdidas de las soluciones de climatización basadas en agua, evitando los sistemas de circulación abiertos (torres de enfriamiento), causantes de las pérdidas por evaporación.