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POSICIÓN EDITORIAL DEL GRUPO NEXO

Editorial NEXOTUR: ¿Oligopolio aéreo? ¡No, gracias!

martes 19 de febrero de 2008, 01:00h

El nuevo monopolio está servido. Si Competencia no lo remedia, Iberia recuperará la posición dominante de cuando era nuestra compañía aérea de bandera. Aunque ya no cabe hablar de monopolio, lo que el Grupo Iberia se propone es la creación de un gran oligopolio en el tráfico aéreo doméstico.

El inmenso esfuerzo realizado por Spanair y Air Europa, luchando contra Iberia (que ha hecho de todo para impedir la consolidación de la competencia), hasta conseguir liberalizar de facto el transporte aéreo en España, podría no haber servido de nada. El nuevo oligopolio aéreo que pretende Iberia acabaría, en la práctica (y de a golpe de talonario) con la actual liberalización aérea en España. Una pésima noticia para el Turismo.

Con un notable despliegue mediático (realizado a la par que una extemporánea campaña publicitaria), Iberia ha hecho creer a la opinión pública que la compra de Spanair al Grupo SAS "sólo" le llevaría a tener el 60% del mercado. La realidad es que está en torno al 70%. Pero lo más chocante de la interesada desinformación es que se olvida de contabilizar el tráfico de Clickair.

¿A quien pretende engañar a Iberia? Al parecer, a los órganos de Competencia. Y no es descartable que lo logre. Le bastaría con acreditar que Clickair no es una "filial encubierta" de Iberia. Explicar, convenientemente a sus intereses, el porqué de las rutas que la compañía de 'bajo coste' utiliza con código Iberia (una cesión de slots evidente), o la razón por la cual Clickair disfruta de la tecnología de gestión y reservas de Iberia (algo impensable si se tratara de competidores en el mercado).

¿A qué cuota del mercado doméstico (que es de lo que se trata) asciende la suma de Iberia, Spanair y Clickair? Máxime cuando fuera sólo quedaría su franquiciada Air Nostrum y Air Europa, con quien Iberia mantiene unas privilegiadas relaciones que, en la práctica, constituyen un pacto de no agresión y de ayuda mutua cuando la coyuntura así lo ha requerido (el alquiler de aviones y tripulaciones por parte de Iberia fue un balón de oxígeno muy útil para Air Europa cuando estaba en peligro). Pero la fusión de Clickair y Vueling (última pieza de este monopoly aéreo) tendrá que esperar. 

El momento no puede ser más propicio para la actual estrategia de Iberia: en medio de las Elecciones Generales. Ningún partido, menos aún el Gobierno de España, rechazará en estos momentos un proyecto "que viene a asegurar la españolidad" de la ex aerolínea de bandera. La Oposición política, que colocó a Conte en la presidencia de Iberia durante el Gobierno Aznar, está encantada. En definitiva, Caja Madrid recupera el control de Iberia y el presidente de la Caja madrileña fue nombrado por Aznar, de quien es amigo personal. La clave estaría, por último, en quién controla Caja Madrid (por tanto Iberia y, a través de ésta, la T4 y el nuevo aeropuerto de Barajas): la Comunidad de Madrid.

Cada vez son más quienes creen ver tras la operación la mano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Explicándose así que el presidente de Caja Madrid acometa una operación de alto riesgo, como es siempre gestionar una aerolínea, con la pueril excusa de ser "el banco" del gran grupo aéreo. 

El Gobierno es quien debe poner coto al afán oligopólico de Iberia (a través del Servicio de la Competencia del Ministerio de Economía). Pero está "en campaña". Es mucho lo que los agentes de viajes y los consumidores perderían con la vuelta al oligopolio, y poco o nada lo que se ganaría con ello. De ahí que el Sector Turístico deba exigir a Competencia que proteja el libre mercado.

Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.