En ese sentido, Lema ha asegurado que "no se necesitan más controladores" porque existen los "suficientes" para dar la "adecuada calidad de servicios". No obstante, ha reconocido que "todavía hay un margen de mejora del 15% en la capacidad de ciertos sectores en los centros de control", según la auditoría de Eurocontrol, en los que incidirán las nuevas medidas, pero ha señalado que este margen de mejora demuestra "que no hay sectores congestionados".
Entre las medidas que se llevarán a cabo, que "intentarán" ser implantadas antes del 1 de julio, se encuentra la de reducir la distancia entre aeronaves de las ocho millas actuales a las cinco millas, además de mejorar la coordinación civil y militar para crear nuevas redes y desdoblar vías aéreas.Por otro lado, se realizará una integración de sectores redimensionando las salas de control aéreo mediante la reducción de controladores en periodos nocturnos debido a que, en ese horario, baja la demanda.
Asimismo, se abrirán o cerrarán sectores en base a la necesidad de los mismos y se optimizarán los procesos de formación de los controladores aéreos, para fomentar el traslado del personal. En ese sentido, Lema explicó que se reubicará a unos 200 controladores a puestos donde haya mayor demanda, una vez que se liberalicen las 13 torres de control donde actualmente prestan sus servicios.