Sin embargo, este fenómeno no se reduce únicamente al territorio español, sino que traspasa fronteras. La ruta Barcelona-Lyon, en particular, ha sido testigo de un aumento de pasajeros para asistir a los conciertos de la cantante.
El tren suele ser un transporte habitual para asistir a conciertos
Taylor Swift ha comenzado su gira europea en París y tiene previsto visitar las principales capitales europeas, entre ellas Madrid, durante los próximos meses. En el caso de sus fans españoles, han optado por el tren para asistir al denominado 'Eras Tour'. Según un estudio realizado por Trainline, las rutas de tren desde las principales ciudades españolas a Madrid han experimentado un incremento en el número de pasajeros respecto a la semana anterior al concierto, que se celebrará los días 29 y 30 de mayo.
Uno de los casos es la ruta Sevilla-Madrid, que triplica el número de pasajeros durante la semana del concierto, en comparación con la semana anterior. Otras rutas con aumentos significativos son las de Barcelona-Madrid y Valencia-Madrid, que duplican su número de pasajeros.
Sin embargo, este fenómeno no se reduce únicamente al territorio español, sino que traspasa fronteras. La ruta Barcelona-Lyon, en particular, ha sido testigo de un aumento de pasajeros para asistir a los conciertos de la cantante en la ciudad francesa, con cifras que se triplican en torno a la fecha del concierto de la cantante.
Medio para asistir a conciertos
En este caso, una de las principales razones por las que los españoles eligen el tren como medio de transporte es para asistir a conciertos: según YouGov, el 50% de los encuestados en España elige el tren como transporte favorito para asistir a eventos musicales.
Además del número de personas que viajan internacionalmente para asistir a sus conciertos y comprar entradas, hay que añadir los gastos de transporte, alojamiento, comida y otros servicios turísticos, lo que genera un impacto económico aún mayor en las ciudades donde actúa. Se calcula que los asistentes a los conciertos de su gira estadounidense gastaron una media de 1.300 dólares por espectáculo, lo que da una idea del impacto económico que la gira puede tener en Europa.