Barceló Playa Blanca abrió sus puertas en el municipio de Yaiza, en el suroeste de Lanzarote, el pasado mes de diciembre. El recién estrenado hotel se caracteriza por su
arquitectura en clave sostenible, inspirada en el entorno de la isla y construida en base a los más exigentes criterios de eficiencia y ahorro energético.
El hotel de nueva construcción cuenta con 720 habitaciones en primera línea de mar, y donde destaca la zona Barceló Playa Blanca Royal Level: una zona exclusiva de 132 habitaciones de categoría Deluxe, instalaciones privadas, ventajas especiales y servicios exclusivos solo para adultos.
En sintonía con la tradición lanzaroteña
El diseño de Barceló Playa Blanca ha sido proyectado por el estudio de arquitectura CMV Architects, con el arquitecto Pep Vich al frente. El proyecto se llevó a cabo con un objetivo claro: conservación e integración paisajística. Partiendo de esta premisa su diseño se ha inspirado en las formas, colores y texturas características de Lanzarote.
De hecho, la naturaleza volcánica de la isla y su flora autóctona se pueden ver reflejados en el proyecto paisajístico del hotel, dado que los jardines, cultura popular lanzaroteña de César Manrique, se convierten en pequeños oasis que sirven al huésped para relajarse en un entorno que entra en diálogo con la propia naturaleza.
Prueba de todo ello es el reconocimiento obtenido en los premios Re Think Hotel por su proyecto de rehabilitación hotelera. En términos de sostenibilidad, el hotel respeta el entorno a través de medidas como la geotermia, la iluminación de bajo consumo o los climatizadores eficientes, que permiten gestionar y controlar los sistemas del edificio de manera centralizada, reduciendo el consumo energético, minimizando el impacto medioambiental, alargando la vida útil del edificio y generando mayor confort a los huéspedes.