Los desplazamientos efectuados por BCD Travel, BCD M&E, BCD Viajeros y BDS (B Destination Services) durante 2019 generaron emisiones de 98.434,36 kg de CO2. Así, la compañía compensará 100 toneladas mediante la creación de ecosistemas completos que desarrolla CO2Revolution.
El proyecto parte de un complejo desarrollo de I+D+i que se basa en tres pilares. En primer lugar, la inteligencia de datos permite recopilar todas las variables que intervienen en la creación del nuevo ecosistema. Después intervienen diferentes algoritmos para elegir el ecosistema más adecuado en función de la zona que se vaya a reforestar.
El objetivo es plantar 10.000 millones de árboles en los próximos 10 años
En segundo lugar, se desarrollan semillas ‘inteligentes’ —llamadas iSeed—, compuestas por una cápsula biodegradable que contiene la semilla pregerminada junto a todos los elementos naturales que necesita para su crecimiento. Y por último, a través de drones con depósitos y sistemas de lanzamiento se distribuyen hasta 10.000 semillas. Para ello, se utiliza un software y un sistema de navegación que permiten seleccionar de forma autónoma el patrón de plantación más adecuado.
La probabilidad de germinación de estas semillas es de un 80% y el ritmo de reforestación es de cinco hectáreas en aproximadamente 10 minutos, lo que reduce hasta en un 90% el tiempo y el coste de otros métodos de repoblación forestal utilizados en la actualidad.
El objetivo de este proyecto es plantar 10.000 millones de árboles en los próximos 10 años, lo que permitirá recuperar 500 millones de toneladas de CO2 cada año, lo que supone el doble del total de emisiones producidas anualmente en España.
Un proyecto sostenible
La
sostenibilidad del propio proyecto es una de las claves que ha tenido en cuenta BCD Travel para elegirlo como método de compensación de su huella de carbono: con este sistema de repoblación no sólo se plantan árboles, sino que también se incluyen pasto, flores, arbustos y arbolado que
permiten generar un ecosistema completo y lo hacen autosostenible. Además, en cada lugar se plantan especies autóctonas para garantizar la biodiversidad y se busca la productividad del sistema; de este modo, además de aumentar la flora, se pueda combatir el hambre en las regiones más desfavorecidas del planeta.