Los
recargos aplicados por grandes grupos aéreos a los GDS y el
avance de los canales de venta directa, especialmente con la
puesta en marcha del New Distribution Capability (NDC), entre otros cambios significativos que han tenido lugar en el negocio de la distribución aérea a lo largo de los últimos años, han llevado a la Comisión Europea ha iniciar un proceso de
revisión del Código de Conducta de los Sistemas de Reserva Informatizados (CRS, por sus siglas en inglés).
La Comisión Europea ha realizado una consulta
Para la posible actualización de la normativa, creada en 1989 y modificada por última vez en 2009, el Ejecutivo comunitario abrió hace cuatro semanas un proceso de consulta que finalizará hoy, día 10 de diciembre. Mediante el mismo, pretende conocer las sugerencias y peticiones de todos los actores implicados (aerolíneas, GDS, agencias de viajes y consumidores) con el fin de adecuar la normativa al modelo actual de distribución aérea.
Según ha podido saber NEXOTUR, este proceso de revisión es visto con preocupación por buena parte de la industria aérea, que teme ser sometida a las normas que rigen la actividad de los GDS. Y es que, como llevan años demandado las agencias de viajes a través de la Agrupación Europea de Asociaciones de Agencias de Viajes (ECTAA), Bruselas podría obligar a las plataformas de distribución de los grandes grupos aéreos a cumplir con las reglas de transparencia, protección de datos y no distorsión del mercado exigidas a los GDS, con las que se busca garantizar una comparación de precios efectiva.
Creciente concentración en la industria aérea
Según argumentan las agencias de viajes, los grandes grupos aéreos deberían cumplir con las normas establecidas en el Código de Conducta de los CRS porque
distribuyen multitud de productos y servicios aéreos de diferentes proveedores. Esto se debe a la creciente concentración existente en la industria aérea europea, con International Airlines Group (IAG), Lufthansa y Air France-KLM como máximos exponentes.
Como publicó NEXOTUR, tres años después de que ECTAA y la Asociación Europea de Tecnología y Servicios Turísticos (ETTSA), entre otros
lobbies,
presentasen una queja contra los recargos a los GDS aplicados por Lufthansa, la Comisión Europea
anunció que no tomaría medidas al respecto. Ya entonces, en respuesta a la denuncia por un posible incumplimiento del Código de Conducta de los CRS, el Ejecutivo comunitario concluía que éste "ya no refleja la realidad del mercado",
sugiriendo que "sea revisado en el futuro".
Rechazó así la queja presentada por las citadas Organizaciones, que albergaban la esperanza de que Bruselas tumbase los polémicos suplementos implementados por Lufthansa, IAG y Air France-KLM. Según estimaciones de ETTSA, del que forman parte agencias de viajes
online y proveedores de soluciones tecnológicas, en el periodo comprendido entre 2015 y 2018,
los consumidores han pagado cientos de millones de euros en recargos de Lufthansa, a los que habría que sumar las cantidades correspondientes a los suplementos de Iberia, British Airways y Air France-KLM.