Resulta sorprendente que quienes no dudan en exprimir al Turismo, se muestren tan parcos a la hora de asumir su responsabilidad como regulador. Bajo la bandera liberal que postula que la mejor regulación es la que no existe, los responsables de Turismo en Gobiernos Autonómicos y Municipales, se empeñan en mirar hacia otro lado mientras el intrusismo que propicia Internet compite con las empresas del Sector… pero sin pagar impuestos, velar por los derechos de los trabajadores y, lo que es más: proteger al consumidor. Subir los impuestos (o tasas) mientras se hace dejación de la responsabilidad como regulador es un dislate que pasará factura a unos destinos cuyo objetivo es explotar (y no potenciar) al Turismo.
