Pese a estas subidas, ambas ciudades se encuentran en la media de Europa. Aún así, el crecimiento de los ingresos por habitación en la Ciudad Condal se ha logrado a costa de una tarifa media reducida, mientras que en Madrid el aumento ha sido "más equilibrado", impulsado tanto por incrementos de precio como de ocupación. Concretamente, el precio medio en Barcelona se redujo, un 0,7% en cuatro estrellas y un 7,6% en cinco estrellas, mientras que en la capital ascendió 1,2% en cuatro estrellas y un 12,7% en cinco estrellas.
No obstante, la Ciudad Condal sigue liderando el ranking de rentabilidad en abril medido por beneficio bruto por habitación disponible (GOP PAR), con 44,37 euros en cinco estrellas y 35 euros en cuatro estrellas, mientras que Madrid se sitúa en segundo lugar, con 69,2 euros y 31,1 euros, respectivamente. Les siguen en tercera posición Palma de Mallorca, con una media de beneficio de 44,35 euros; Sevilla, con un promedio de 50,39 euros; y Valencia (24 euros). Con excepciones como Sevilla, Barcelona y Palma de Mallorca, en el resto de ciudades españolas los clientes continúan gastando menos en sus estancias que en años previos.
Semana Santa y revueltas árabes
El impacto de las fechas de Semana Santa ha provocado un aumento considerable de la rentabilidad para ciudades con un componente de ocio importante como Palma de Mallorca, que tras un primer trimestre débil ha logrado casi triplicar su beneficio bruto por habitación disponible hasta los 44,35 euros.
Destinos como Canarias y Palma se han visto beneficiados particularmente por el aumento de la demanda de mercados emisores extranjeros, en buena parte por el desvío de turistas a causa de las revueltas árabes. No obstante, los datos de abril reflejan también un "claro repunte" de la demanda nacional en destinos interiores.
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