El concepto de bleisure también evoluciona hacia un modelo más integrado
El viaje de negocios atraviesa una profunda transformación y deja atrás el modelo tradicional para evolucionar hacia un ecosistema estratégico en el que confluyen crecimiento empresarial, sostenibilidad, bienestar del empleado y tecnología basada en inteligencia artificial. Así lo refleja el ‘Corporate Travel Study 2025’ de Deloitte, que sitúa al business travel como una palanca clave para la competitividad de las empresas.
Según este informe, el 74% de los travel managers ha incrementado los presupuestos destinados a viajes en 2025 respecto al año anterior, aunque el 54% identifica el aumento de los costes como el principal freno a la movilidad corporativa. A pesar de ello, los eventos presenciales mantienen su peso como motor de la demanda: dos tercios de los profesionales prevén asistir al menos a una feria, congreso o convención al año, una tendencia que seguirá reforzándose en 2026.
En este nuevo escenario, BizAway apunta a un cambio en la forma de viajar por trabajo, con desplazamientos más selectivos y orientados al retorno de la inversión. Ganan protagonismo los llamados micro-trips de 12 horas, viajes exprés diseñados para reuniones clave o acciones concretas sin pernoctación, mientras disminuye el número de viajeros ocasionales y aumenta el de profesionales que realizan entre seis y 10 desplazamientos anuales.
Más claves
El concepto de bleisure también evoluciona hacia un modelo más integrado, en el que bienestar y productividad conviven sin incrementar costes. Este enfoque, conocido como bleisure-biz, incorpora momentos de desconexión dentro del propio viaje profesional y se consolida como una herramienta para mejorar la satisfacción, el equilibrio personal y la retención del talento en las organizaciones.
La tecnología se sitúa como otro de los pilares del corporate travel del futuro. La figura del AI-butler, un asistente inteligente capaz de gestionar políticas, reservas, cambios y optimización de costes, gana terreno en las empresas. Más del 60% de los travel managers ya invierte en soluciones avanzadas que automatizan procesos y reducen la complejidad operativa, facilitando una gestión más eficiente y ágil de los desplazamientos.
La sostenibilidad y la flexibilidad completan el nuevo marco del viaje corporativo. Las empresas integran cada vez más criterios ESG en sus políticas, priorizando el uso del tren frente al avión en trayectos cortos y planificando con mayor antelación. Al mismo tiempo, la capacidad de adaptación ante imprevistos se convierte en un estándar, con modelos de movilidad flexible que permiten modificar o cancelar viajes sin fricciones.











