Así se desprende de las diligencias judiciales realizadas desde entonces por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), según fuentes de Europa Press, y que podrían desembocar en una acusación contra el grupo Stein Hotels & Resorts —propietario de Son Net— por un presunto delito de daños contra el medio ambiente, una figura legal que establece penas de seis meses a cuatro años de prisión, entre otras medidas.
Concretamente, el Seprona ha señalado que remitió muestras de agua del caudal afectado por el vertido a laboratorios de Madrid, con el fin de comprobar el grado de contaminación, tanto en las aguas superficiales como en las subterráneas —ya que podrían verse afectados acuíferos de la zona— y, en caso afirmativo, denunciará a la propiedad del establecimiento que las originó.
Además, la zona donde se produjo el vertido está incluida en la ‘Red Natura’, que es el nivel más alto de protección de la Unión Europea, por lo que los trabajos de limpieza del gasoil se realizan de forma manual y con la ayuda de bandas filtrantes, de las que ya se han empleado hasta ahora 500 metros. Todo ello con un coste de 75.000 euros.
A ello se suma que se está tratando con productos inocuos la red de alcantarillado municipal y se realizan análisis periódicos del caudal y el lecho del torrente, así como de pozos situados corriente abajo en la misma zona de la Sierra de Tramuntana, que tampoco resultaron afectados, siempre según informó recientemente el Govern.
Antecedentes de vertidos en la isla
Cabe señalar que esta situación tiene un antecedente en 2006, cuando en el mes de marzo el GOB denunció un vertido de hidrocarburos en el torrente de Deià y en la cala del mismo pueblo, que, al parecer, provenían del Hotel La Residencia, situado en ese núcleo urbano.









