Las altas temperaturas, la lluvia y el viento, acompañados de la ubicación de los días festivos en el calendario han provocado que durante los días de Navidad, Sant Esteve y posteriores haya habido menos afluencia de esquiadores que otros años y que la mayor intensidad se concentre esta temporada entre hoy y el domingo.
En las estaciones leridanas de Espot y Port Ainé se prevé que los hoteles llenen el 90% de sus habitaciones, igual que en Tavascán, que espera una ocupación superior a la de este fin de semana, que rondó el 70%.
Por su parte, en Boí Taüll, la ocupación de los hoteles entre Navidad y el lunes rondó el 88% y para año nuevo rozará el 95%. Las reservas se mantienen también para el siguiente fin de semana, entre el 8 y el 10 de enero, sobre todo de visitantes de Madrid, tal y como ha explicado el director comercial de la estación, David Rey.
Para la próxima semana se esperan cifras similares
En cuanto al número de esquiadores, Boí Taüll ha registrado una afluencia de 15.000 personas hasta ayer y prevé una cantidad "similar" para la próxima semana, por lo que esperan llegar a su objetivo de 30.000 visitantes durante la campaña de Navidad.
En Port del Compte los hoteles también estarán llenos el primer día del año y la mayor cantidad de esquiadores de esta semana se registró el domingo, con 2.600 visitantes. El lunes hubo 1.500 personas, el martes 1.700 y se prevé que los próximos días serán "más intensos", según el director de la estación, Alfons Ferrer.
Finalmente, en el Pirineo de Girona, Masella registró el mayor número de esquiadores los días 27 y 28, cuando hubo 7.000 y 6.500 visitantes, respectivamente, unos datos "un poco inferiores" a los de la temporada pasada.










