Así lo confirmaron el subdirector general de Planificación y Coordinación de las OET de Turespaña, Álvaro Blanco, y el director de la oficina de Berlín, Manuel Butler, quienes participaron en una jornada sobre mercados emisores organizada por la Agrupación de Cadenas Hoteleras en el Centro de Convenciones Victoria de Palma, y cuyo presidente, Aurelio Vázquez, confirmó también ese cambio.
Aunque ninguno de ellos pudo avanzar en qué medida evolucionará esa modalidad de explotación hotelera, que suele acarrear polémica debido a la repercusión negativa que tiene sobre la oferta complementaria —restauración, ocio, souvenirs, servicios, etc.—, también coincidieron que el avance del ‘all inclusive’ "está ligado a la situación de crisis", porque los visitantes "miran muy de cerca cada euro que se gastan" para no salirse del presupuesto inicial.
A este respecto, Blanco señaló que se están produciendo cambios de hábitos en los turistas a la hora de reservar, caracterizado por el "retraso en la toma de decisiones", que serán adoptadas entre enero y febrero, meses que consideró que serán "muy críticos" e "importantes" para la realización de reservas, cuando las familias tengan la certeza de que mantendrán sus empleos, o de que no se producirán nuevas quiebras de touroperadores, como el caso de XL en el Reino Unido el pasado mes de septiembre.
Recesión del mercado alemán
El coordinador de las OET recordó que actualmente se vive una gran incertidumbre económica en los principales países emisores hacia España, como prueba el hecho de que Alemania anunció que entra en recesión económica, por lo que reclamó a los distintos agentes del sector turístico en las islas que "no tenemos que ponernos nerviosos" a la hora de realizar las ventas de habitaciones, que se encarecerán en torno a un 15%, según las previsiones.
Por su parte, Vázquez consideró "contrastada" la tendencia apuntada por las OET, pero recordó que aún se trata de una parte de la oferta relativamente poco significativa y que. además, en muchos casos, se trata de establecimientos que mantienen una fórmula de explotación mixta y, aunque admitió que el número puede crecer "algo", porque "es una demanda que el mercado exige y tenemos la obligación de satisfacer", descartó que lo haga de un modo importante.









