Los españoles tienen previsto realizar un total de 23 millones de viajes este verano, aunque un 3% de estos desplazamientos (unos 700.000) se anularán por causas ajenas a su voluntad. Según un estudio de Intermundial, el coste total de estas anulaciones ascenderá a 175 millones de euros. Esto se debe a que tan solo uno de cada cuatro turistas irá protegido con una póliza de anulación, lo que evita tener que abonar la sanción por suprimir el viaje.
La salud y los asuntos laborales son las causas más frecuentes de cancelación. De hecho, un 65% de las del pasado verano se debieron a motivos de salud, y se estima que esta cifra se mantendrá este verano. Le siguen los motivos laborales, que suponen un 10% de los casos, "una cifra que se elevará este verano debido al actual clima de inestabilidad laboral motivada por la crisis económica", afirman. Dentro de este apartado, el despido y la incorporación a un nuevo puesto de trabajo serán una vez más las razones más habituales.
Penalizaciones ‘cada día más estrictas’
Según el consejero delegado de Intermundial, Manuel López, "los gastos de cancelación y penalizaciones se aplican cada día de forma más estricta" . "Por eso los viajeros deben concienciarse de la importancia de contratar seguros en cada uno de sus desplazamientos", añade.
La mayor parte de las anulaciones (el 76%) se realizan en las dos últimas semanas antes del inicio del viaje, lo que puede suponer un gasto considerable según el tipo de reserva. La penalización para los turistas con un viaje combinado oscila entre el 5% y el coste total del viaje, en función del tiempo que reste hasta la fecha de la salida.
Las reservas de vuelos tienen más o menos gastos de anulación según la compañía aérea y el tipo de tarifa. Las aerolíneas low cost y algunas tarifas de las compañías convencionales, por ejemplo, cargan gastos desde el momento en que se compra el billete. Y lo mismo sucede con determinadas tarifas de establecimientos hoteleros.










