La RAAR afirma que el balance del verano ha sido "desastroso" tras el primer análisis de los datos registrados, ya que "la cifra media de ocupación durante estos meses ha quedado claramente por debajo del 30% mientras que lo normal en estas fechas sería un 85%-90%", según los técnicos.
Asimismo, precisan que el comportamiento ha sido "muy desigual" entre los alojamientos que se encuentran en el interior y los que están cerca de la costa o cuentan con piscina propia. En este último caso, tanto buena parte de las casas que cuentan con piscina, como las que están cerca de la costa, la ocupación en estos dos meses roza el 90%, en contraposición con el resto de alojamientos que "en muchos casos se han quedado vacíos".
Además, las altas temperaturas han influido "muy negativamente", debido al hábito de reservar a última hora, por lo que "la histórica ausencia de una promoción unificada y la situación económica actual que se está cebando con el turista nacional, principal cliente del turismo rural andaluz, son las causas de que este sector esté atravesando uno de los momentos más negros de su historia", han apostillado desde la asociación de alojamientos rurales andaluces.
‘Extrema’ competencia
La entidad apunta también a la "extrema" competencia que están soportando en los últimos tiempos con los grandes establecimientos hoteleros de la costa. "Ofrecen precios bajísimos a cambio de más servicios y playa, y la gente ahora mira más su bolsillo que la experiencia única que le ofrece el turismo rural".
En este sentido, aseguran que los propietarios y gestores de alojamientos rurales están "muy preocupados" por el futuro de sus pequeños negocios, ya que "si julio y agosto como meses de temporada alta por excelencia han sido malos, cabe pensar que las previsiones para los próximos meses son más que negativas", a lo que han añadido que "hay que unir a todo esto el incremento de los costes que tendrán que asumir por la subida del IVA, carburantes, recibos eléctricos, entre otros suministros".










