Paradójicamente, mientras los líderes de agentes y hoteleros, Rafael Gallego y Joan Molas, al frente de los equipos directivos y técnicos de CEAV y de CEHAT, exigían un mini IVA, el gerente del lobby Exceltur se deshacía en elogios hacia el nuevo Gobierno.
Las fuertes presiones del Fondo Monetario Internacional al Gobierno de España para que apruebe una próxima subida del IVA que podría afectar al actual IVA reducido para la hostelería, ha disparado las alarmas en todo el Sector.
La amenaza de que este incremento pudiera producirse en 2012 (e incluso antes del verano), obligaría a hoteleros y operadores emisores a absorber esta subida, ante la imposibilidad de repercutirla al cliente. Un disparate que, en la práctica, supondría que muchas empresas pierdan buena parte de su margen, transfiriéndolo a la Hacienda pública, a través de la recaudación del impuesto del valor añadido.
Pese a la excepcionalidad de la crisis, cabe esperar que tanto José Manuel Soria, ministro del que depende el Turismo, como nuestra secretaria de Estado, Isabel Borrego, hagan cuanto esté en su mano para impedir que una eventual subida del IVA por parte del Gobierno, dé la puntilla al Sector. Empeño en el que están volcadas las Organizaciones empresariales, integradas en el Consejo de Turismo de CEOE, que preside el hotelero Joan Gaspart.
La última (y prestigiada) voz que se ha alzado en defensa del Sector corresponde a uno de los prohombres del Partido Popular, Abel Matutes, que no ha dudado en dedicar una entrevista en el telediario estrella de TeleMadrid, a reclamar al Gobierno que no suba el IVA pues "sería un golpe mortal" para el Turismo, alertando sobre el daño que infligiría a nuestra competitividad.
Estas declaraciones de quien fuera ministro de Asuntos Exteriores en un Gobierno del Partido Popular (del cual Mariano Rajoy era vicepresidente), las efectuó como presidente de la Mesa del Turismo, veterano lobby del Sector Turístico.
A rebufo del desgaste ajeno, el gerente de Exceltur, que no tuvo reparos en postularse como candidato a la Secretaría de Estado de Turismo (y que continúa aspirando a hacer carrera política en el Gobierno de Rajoy), pretende ahora subirse al carro que, con tanto esfuerzo, vienen empujando las Organizaciones empresariales.
No es así como se defienden los intereses del Sector. De ahí el malestar de muchos miembros de Exceltur, que sostienen con sus cuotas el abultado sueldo de un gerente que actúa como el dueño de un cortijo, poniendo este lobby al servicio de sus veleidades personales.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.










