La reunión ha sido promovida desde ASHOME, cuyo máximo responsable, Joan Melis, ha destacado que se trata "de la primera vez que se reúnen los tres presidentes" y que el objetivo de la misma y de otras que se mantendrán en el futuro es "elaborar un documento práctico que se presentará a la Consejería de Turismo del gobierno balear".
El alojamiento alegal, supone en Menorca "entre 10.000 y 12.000 plazas", según Melis, quien ha añadido que al no ser un tipo de alojamiento controlado "no podemos evaluar sus consecuencias económicas". "Más que los perjuicios que puede causar en esta materia lo más importante es que no cumple con la legalidad, las normas de calidad, de sanidad y medioambiente y que puede causar una mala impresión de la isla a los visitantes que se alojan allí", ha añadido.
En este sentido, el presidente de la Federación Hotelera de las Pitiüses, Roberto Hortensius, ha manifestado que en Ibiza "desde mayo se ha producido un aumento de los pasajeros en el aeropuerto pero esto no se nota en un incremento en la ocupación de los hoteles". "Se trata de una competencia desleal que no cotiza, no pasa los controles de calidad y no genera puestos de trabajo que coticen a la Seguridad Social", ha añadido.
La solución para ambos presidentes consiste en un aumento de las inspecciones, la legalización de esta oferta que en muchos casos nace "como una salida al incremento de la construcción que se ha producido en los últimos años", según Hortensius, y controlar directamente los canales de venta que existen en Internet.
Más promoción para poder competir con otros destinos
Otro de los asuntos que se ha tratado en la reunión de las tres federaciones ha sido la necesidad de aumentar las iniciativas en materia de promoción de la Comunidad balear en conjunto y de cada isla en concreto ya que los productos "son en gran parte similares pero se diferencian entre sí", según Joan Melis.
En este sentido, la promoción "es vital" pero antes "es imprescindible tener un producto definido" y es necesario "disponer de una buena oferta complementaria que nos diferencie de los competidores porque esto influye en el turista a la hora de decidir el destino en un momento en el que ir a Turquía o a Baleares tiene el mismo precio".
Competidores emergentes "como Turquía, Túnez, Marruecos o los países de los Balcanes trabajan con otros costes salariales, lo que provoca que no se pueda competir en precios", ha afirmado el presidente de la Federación Hotelera de las Pitiüses. "Debemos ofrecer todos los servicios posibles, un buen trato de los empleados y las zonas turísticas deben ponerse a la altura de lo que se les exige a los hoteles porque en muchos casos carecen de infraestructuras y están abandonadas, lo que influye negativamente en la publicidad boca a boca", ha añadido.








