El informe, que vaticina la situación que atravesarán las diferentes regiones de los países comunitarios, ha sido elaborado en base a cuatro factores: globalización, demografía, energía y cambio climático. Teniendo en cuenta estos cuatro aspectos, las Comunidades españolas más vulnerables son Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, mientras que las menos sensibles son País Vasco, Canarias y Melilla.
En cuanto a la diferenciación entre países miembros, las que se verán más afectadas en un futuro serán las ubicadas en el sur y este de Europa. Además de España, también son consideradas más vulnerables Italia, Grecia, Bulgaria, Chipre, Malta, Hungría, gran parte de Rumanía y el sur de Francia, según el estudio de la Comisión.
El principal objetivo del informe es "influir en las prioridades de inversión en cada una de las regiones citadas", explica la comisaria europea de Política Regional, Danuta Hübner. En esta línea, Hübner considera necesaria la implementación de "políticas flexibles", anticipándose a los problemas que puedan surgir en cada región.










