Salvando pequeños remates, únicamente falta probar el elemento que más caracteriza al edificio, se trata del complejo mecanismo que permitirá el elevado de las costillas móviles que conforman la visera, un sistema informático que permitirá mover las más de 1.200 toneladas de la estructura en apenas siete minutos. El objetivo es acabar las obras en enero y está previsto que el primer congreso se celebre en mayo.










