De las más de 3,1 millones de empresas que existen en España, el 34,2% pertenece a la Hotelería. Y las previsiones hacen pensar que una parte importante de estas se verá obligada a cerrar según la compañía especializada en intermediación de compra y venta de negocios Business Broker, ya que más de 250.000 empresas se cerraron en 2005 por ausencia de compradores e inversores "que apostaron más por el ladrillo". Una situación que puede tornarse justamente al contrario, ahora que "la crisis crediticia y bursátil impulsará el mercado de la compra y venta de empresas", asegura la compañía.
Las empresas de Hotelería y restauración españolas se encuentran, en general, "bastante saludables", a juicio del consejero delegado de la compañía en España, José María Varas. Sin embargo, son las empresas más pequeñas las que están viviendo una etapa de "decaimiento", debido sobre todo al aumento en número y calidad de los competidores. Para este tipo de compañías, la situación del panorama económico actual podría beneficiarles, "oxigenando su capital y reactivando el negocio", señala Varas.
El mercado de fusiones y adquisiciones parece ser un más que probable motor económico para las empresas más pequeñas, viendo en la fusión o franquicia una ‘vía de escape’. Asimismo, José María Varas ha asegurado que "las fuentes de inversión alternativas por la vía de fusiones o adquisiciones por capital español o intracomunitarias, venta de participaciones o la venta de empresas y negocios tomarán mayor auge".
El vacacional necesita ‘reinventarse’
Tradicionalmente, la Hotelería de ‘sol y playa’ ha sido objeto de grandes inversiones en España, pero en la actualidad "la obsolescencia les está obligando a reinventarse", afirma el consejero delegado. Y aunque sigue existiendo un interés en el segmento vacacional, este hecho unido a la sobreoferta de su mercado está provocando una tendencia hacia nuevos modelos.
Es el caso del ‘todo incluido’, que "aunque no es un modelo que haya calado mucho en España, nosotros lo vemos como una oportunidad de negocio", asegura Varas, al tiempo que supone una "amenaza, ya que también está bajando el poder adquisitivo de los clientes, lo que hará que los hoteles busquen nuevas fórmulas de negocio para no perder rentabilidad", sostiene el consejero delegado.








