El Sector Turístico de Reino Unido, encabezado por la Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA), el operador aeroportuario BAA y aerolíneas como British Airways y Easyjet, iniciarán una campaña para evitar que su Gobierno aplique nuevas subidas en las tasas aéreas. El Ejecutivo ha reconocido su intención de incrementar este impuesto para recaudar 1.600 millones de euros en 2015. Entre otras acciones, se ha enviado una carta al ministro de Hacienda, George Osborne, además de intentar poner de su lado a los consumidores a través de las redes sociales.
Según las agencias y compañías aéreas, las tasas aeroportuarias se han incrementado 26 veces desde 1994, llegándose a duplicar en 2007. Desde este año, cuando el Gobierno "comenzó a introducir una seria de subidas significativas", el número de pasajeros ha descendido un 22%, pasando de 81 millones en 2007 a 63 millones en 2010. Asimismo, ABTA denuncia que el aeropuerto de Heathrow en Londres ha caído desde el primero al quinto lugar de Europa.
El 63% de los consumidores considera excesiva la tasa
Según un informe realizado por la Asociación, una familia de cuatro personas que vuela desde Reino Unido a Florida debe abonar 281 euros, mientras que si se desplaza a Australia la cifra asciende a 399 euros. Esta cuantía dista mucho de los 13 euros y 18 euros que debe pagar una familia de Irlanda para viajar a estos destinos. Asimismo, una encuesta realizada por ABTA demuestra que el 63% de los consumidores británicos cree que las tasas aeroportuarias son demasiado altas.
Para el presidente de la Asociación, Mark Tanzer, "cuando el Gobierno habla de Turismo, no coincide su discurso con sus actos". De este modo, apunta que en reiteradas ocasiones el Gobierno británico "ha identificado este Sector como uno de los cinco más importante para impulsar el crecimiento del país, sin embargo en otoño volvió a subir la tasa aeroportuaria".
Por su parte, el director ejecutivo de British Airways, Keith Williams, aunque reconoce "la dificultades que pasa el país", advierte de que "las compañías aéreas de Reino Unido hacen frente a la mayor carga impositiva del mundo". Asimismo, recuerda que "cualquier carga fiscal adicional será contraproducente para la recuperación económica del país". Finalmente, desde BAA se aboga por "aumentar el atractivo de Reino Unido en el extranjero mediante la revisión de las estrategias relativas a los derechos de aviación".









