Las aerolíneas que operan en Europa podrán compensar la desaceleración de la demanda, con la consecuente caída de ingresos, con el abaratamiento del crudo y los recortes de capacidad, revela un informe de Barclays Capital sobre el transporte europeo. "Los descensos del precio del crudo así como una reducción más profunda de la capacidad de la industria podrían suavizar el impacto de la recesión", apunta el mismo.
Barclays calcula que cada descenso de un 1% en los ingresos de una aerolínea es equivalente a un retroceso de tres dólares en los precios del combustible. En el escenario previsto por la entidad, las aerolíneas tradicionales requerirían un descenso de 35 dólares del precio del petróleo para compensar la disminución de la facturación, frente a los 20 dólares que le sirven a las compañías aéreas de ‘bajo coste’. Este análisis asume recortes de capacidad de hasta un 5% por parte de las convencionales y del 3,5% por parte de las low cost.
A pesar de la desaceleración económica, Barclays se muestra optimista respecto al futuro del sector en el viejo continente, y afirma que aunque hay signos de ralentización de la demanda, el transporte aéreo aún no ha mostrado "un punto de inflexión". La entidad estima que en un entorno de recesión "clásica" las aerolíneas tradicionales sufrirían un impacto de entre el 60% y 70% de su beneficio operativo, mientras que entre las de ‘bajo coste’ el recorte oscilaría entre el 15% y el 30%.
Beneficio de 587 millones para IAG en 2012
Según el informe, International Airlines Group (IAG) y Ryanair son las líneas aéreas con mayor potencial en este entorno económico. Para el holding resultante de la fusión de Iberia y British Airways Barclays prevé que este año obtenga un beneficio neto de 393 millones de euros, lo que supone casi tres veces menos que en 2010. No obstante, para 2012 estima unas ganancias de 587 millones de euros, un 49% más que en 2011.
En cuanto a Ryanair, la entidad prevé que vea crecer sus beneficios de una manera lenta pero constante. Así, augura un beneficio neto de 401 millones de euros para la low cost irlandesa en 2011, mientras que para el siguiente ejercicio las ganancias ascenderían hasta los 423 millones de euros.










