Con esta firma, la entidad gestora amplía su portfolio a 12 hoteles, añadiendo al grupo un concepto pionero: el primer hotel con la firma del Museo Hermitage, dónde la tradición hospitalaria del Museo entra por la puerta grande de un clásico edificio, cargado de historia, reflejando la auténtica cultura de esta bella ciudad.
El edificio se construyó inicialmente como residencia particular de una familia de mercaderes locales, pasando más adelante a ser un centro cultural donde reconocidos artistas como Vladimir Vysotiskiy se daban cita para actuar bajo su espectacular cúpula. Ahora, tras su renovación, el hotel tiene como objetivo recuperar su posición como centro cultural y social de la ciudad.
El interiorismo del hotel y sus 126 habitaciones se inspira en elementos únicos del Palacio de Invierno del Hermitage, estableciendo una relación, casi espiritual, con los salones ceremoniales del Museo. Esta conexión única entre el museo y el hotel, se ve también reflejada en las salas de reunión del hotel, como el Gran Salón Carlo Rossi, que toma su nombre del arquitecto del Museo.










