El Turismo narrativo será otra de las claves del próximo año
En 2026, la industria turística avanzará hacia un modelo más centrado en lo experiencial. Según el último informe de The Data Appeal Company y Mabrian, el precio, las sugerencias o las experiencias genéricas ya no son los únicos aspectos que valoran los viajeros. Los viajes del próximo año serán más personales y se regirán principalmente por las motivaciones, intereses, identidad y preferencias de los turistas.
En este sentido, la Inteligencia Artificial está siendo clave: su irrupción está transformando el Sector de un modelo únicamente transaccional a uno más dinámico, conversacional y centrado en las personas.
Entre las tendencias del próximo año, destaca el auge de la personalización, que dejará de ser un complemento para convertirse en el eje central de la planificación del viaje. Los turistas cuentan con un objetivo claro y priorizarán la sostenibilidad, la cultura local, el bienestar o el tiempo en familia.
El Turismo narrativo será otra de las claves de 2026. Los relatos tienen cada vez más importancia a la hora de configurar un viaje: el set-jetting o viajar a localizaciones cinematográficas y los itinerarios inspirados en la fantasía están cambiando la elección de destinos.
Asimismo, el Turismo de eventos —a través del deporte, las ferias y los festivales— se consolidará como gran impulsor de la demanda, generando visibilidad, flujos de visitantes y retorno económico en los destinos.
Durante el próximo año, el bienestar también se situará como uno de los ejes fundamentales de decisión. Este tipo de viajeros priorizan la recuperación física, emocional y mental, así como el movimiento y la conexión con la naturaleza.
Viajar también será, en 2026, una fórmula para reconectar con las raíces, los recuerdos y la identidad, que estará impulsada por las parejas y las familias en viajes intergeneracionales.
Gestión inteligente de destinos
En cuanto a los destinos, su gestión se centrará cada vez más en ofrecer experiencias diversificadas y bien estructuradas, más allá de las atracciones más conocidas o populares. «Las actividades y experiencias disponibles en plataformas online juegan un papel decisivo para atraer a viajeros de larga distancia, quienes dependen, en gran medida, de los canales digitales para evaluar la relevancia de la propuesta de valor de un destino, así como para planificar y reservar su viaje”, señala Carlos Cendra, socio y director de marketing y comunicación de Mabrian.
A su vez, los destinos están cambiando hacia un modelo de gestión inteligente impulsado por la tecnología y los datos, que sirve para predecir la demanda, gestionar flujos de viajeros y optimizar itinerarios, además de reducir el impacto medioambiental.
«Los destinos pueden gestionar de forma proactiva los flujos de visitantes, ajustar la capacidad en tiempo real y guiar a los viajeros hacia rutas alternativas u horarios de menor afluencia, mejorando tanto la eficiencia operativa como la experiencia del visitante. Este cambio se acelerará con la IA agéntica: sistemas orientados a objetivos capaces de apoyar a los equipos de las DMO monitorizando la demanda, recomendando acciones y ejecutando tareas rutinarias bajo supervisión humana», asegura Mirko Lalli, CEO y fundador de Data Appeal.
Todas estas tendencias marcarán la hoja de ruta de un 2026, en el que los viajeros priorizarán sus intereses personales y los destinos deberán adaptarse a través de experiencias específicas, integrando las nuevas tecnologías como herramientas clave para responder a las nuevas demandas.










