Tras un periodo de bonanza económica, que trajo consigo años de constante crecimiento de los flujos turísticos, a mediados del pasado año el Turismo, al igual que el resto de la economía mundial, experimentó una paralización sin precedentes. Pese a ello, el representante de Europa de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Eduardo Fayós-Solá, considera que el Sector "saldrá del pozo en uno o dos años", aunque estima que no se producirá un crecimiento hasta al menos 2014.
"La recuperación va a ser bastante lenta" y el crecimiento "será mucho más leve, equilibrado y a lo mejor más interesante", explica el representante de la OMT. "Hay fases en las que la única alegría es el crecimiento y otras más maduras en las que la alegría es la profundización porque al final lo que queremos no son las cifras de turistas, sino que eso nos ayude a mejorar la sociedad", esgrime. Fayós-Solá pide a los países que sean "realistas" ante la crisis, analizándola para responder con "una gran maniobra". Por ello, insta a la industria a "ser innovadora y no renunciar a la imaginación".
"La crisis es un reto y una oportunidad", por lo que el representante europeo de la OMT cree que "los grandes cambios son más factibles políticamente en estos momentos, donde hay que hacer reformas estructurales". En definitiva, aboga por lograr un Turismo "más sensato, profundo, y que favorezca el desarrollo de los países".
‘Jugar’ al Turismo doméstico perjudica
Fayós-Solá advierte que "jugar" al Turismo doméstico, es decir, incitar a los residentes a que se desplacen por el propio país, perjudica a la demanda internacional. "En momentos de crisis hay que evitar estas actitudes proteccionistas", sentencia. En este sentido, el representante europeo afirma que la inseguridad económica y sanitaria propician que el turista limite la distancia de sus viajes, acudiendo a lugares más cercanos, lo que provoca que el Turismo internacional "se resienta más".










