La causa de la demolición se debe a que el hotel está construido en espacio natural protegido en el Parque Natural Sierra de Grazalema y afecta a una vía pecuaria: la Cañada Real de Sevilla a Gibraltar. Por ello, los hechos fueron denunciados por los agentes de Medio Ambiente en septiembre de 2001, fecha en la que empezó a construirse el hotel.
Tras un proceso penal, que demoró el proceso administrativo, se dictó la resolución definitiva en marzo de 2006, imponiéndose la obligación de restituir el terreno con la demolición de lo construido.
Así y al no haber cumplimiento de dicha orden, la Consejería de Medio Ambiente ha actuado de forma subsidiaria para restaurar la legalidad y con unos costes de cerca de 98.000 euros pagados por el infractor.
Según ha indicado la Delegación de Medio Ambiente, el pasado 1 de diciembre se comunicó al Ayuntamiento de Benaocaz que se iba a proceder a la demolición del hotel, una actuación que el Consistorio paralizó alegando que tenían que contar con "una licencia de obra para ello", lo cual, según indicó la Junta, la Consejería de Medio Ambiente no necesita "por el principio de lealtad institucional".
Resolución administrativa firme
En este sentido, la Junta ha añadido que además cuenta con "título habilitante para llevar a cabo la demolición" como es la resolución administrativa firme del expediente sancionador, ya que se desestimó el recurso extraordinario de revisión presentado ante la consejera de Medio Ambiente.
Asimismo, la Consejería cuenta con un auto del juzgado de Jerez que permite la entrada para ejecutar la demolición y que de momento no se ha llevado a cabo.









