La segunda huelga de pilotos de Lufthansa afectó a más de 25.000 pasajeros y obligó a cancelar 200 vuelos el pasado 5 de septiembre, en plena operación regreso de las vacaciones. Según denuncia el miembro del consejo de administración del grupo aéreo y responsable de operaciones del aeropuerto de Frankfurt, Kay Kratky, "los nuevos paros convocados por el sindicato de pilotos de Vereinigung Cockpit representan una imposición para nuestros clientes".
El directivo también afirma que "la fecha, en concreto, es inaceptable, dado que coincide con el último fin de semana de las vacaciones escolares", al mismo tiempo que critica que solo fuese anunciada con un día de antelación. En opinión de Lufthansa, se trata de una huelga incomprensible, por lo que acusa a los pilotos de velar "única y exclusivamente por sus propios intereses, causando un caos masivo en las operaciones del aeropuerto".
Un gran daño para la industria del Turismo
Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Agencias de viajes (DRV), Norbert Fiebig, advierte de que los paros han supuesto "un gran daño tanto para la industria del Turismo como para la economía del país". Además, recuerda que "todavía hay muchos veraneantes en el extranjero", por lo que "implicará una carga considerable para las aerolíneas y la industria de los viajes".
Por otra parte, Fiebig hace hincapié en "la sobrecarga de trabajo y enormes costes" que deben asumir las agencias de viajes cuando se dan este tipo de situaciones. "La industria del Turismo emplea a cientos de miles de personas se ven afectadas por esta situación", prosigue el responsable de DRV, que reclama a las partes implicadas que "sean conscientes de su responsabilidad" y vuelvan a la mesa de negociaciones.
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