Tanto el Presidente del Consejo de Gremio de Restauración de Barcelona, Gaietà Farràs, como el director de Expansión del Gremio de Hoteleros de Barcelona, Manel Casals han coincidido en unas previsiones que "echan por tierra" las acciones de promoción de los empresarios del Sector y culpan a las administraciones -actuales y anteriores- de la situación por "falta de previsión".
En declaraciones a Europa Press, Farràs criticó que, después de todo el año "tirando del carro" entre empresarios, asociaciones y entidades de turismo para promocionar a Barcelona como ciudad puntera, "las incompetencias políticas de cada verano" hagan que el esfuerzo no haya "servido de nada".
El representante de los restauradores lamenta la "indefinición" de los cortes de suministro previstos y entiende "triste y lamentable» que el Gobierno central niegue medidas como el trasvase del Segre, pero no proponga alternativas. Farrás advierte que, pese a que los posibles cortes en el suministro serían después de verano, esto representaría el "cierre" de los restaurantes, ya que sólo dispondrían de una hora como máximo de "vida útil".
Dos años sin ‘soluciones’
Para el director de Expansión del Gremio de Hoteleros de Barcelona, los cortes previstos van a resultar "muy duros" para el Sector, cuya imagen se vería "resentida", señala Casals. El hotelero recuerda que tras los episodios de "caos" vividos en pasados veranos, se han dado años con sequías anteriormente. "Hace un par de años la situación no era tan diferente, y de dos años hasta ahora no se ha hecho prácticamente nada", lamenta.
A su juicio, la solución pasa por realizarse más inversiones, aunque también recuerda que los ciudadanos deben poner su "granito de arena". En este sentido Casals señala», y señaló que los hoteles, por ejemplo, distribuirán folletos entre sus clientes para que no "desperdicien agua"».
No obstante, el hotelero apunta hacia las administraciones porque, "con sus anuncios de posibles restricciones, juega con el sufrimiento de la gente". "No se puede jugar con personas que trabajan todo el año para poder pasar el verano en la casa con piscina y que luego no la puedan llenar", critica Casals.








