Desde que en julio de 2008 se confirmara el calendario de fusión entre Iberia y British Airways para esta primavera, no han dejado de aparecer rumores sobre desavenecias en las negociaciones. El último, se ha producido a causa de los problemas de Iberia con sus pilotos e incluso por la subida en Bolsa de la aerolínea española y la caída de la británica.
Ante estos motivos, tanto desde Iberia, como desde British, siempre se ha desmentido que las negociaciones para su unión se hubieran suspendido. De esta manera, desde fuentes de la aerolínea británica afirman que "la operación está entrando en su recta final" y que están pendientes de los "aspectos corporativos con los equipos de trabajo correspondientes". No obstante, tanto Iberia como British mantendrán su marca y su identidad, que serán gestionadas por un mismo equipo de dirección una vez éste haya acabado. A esto hay que añadir, que las mismas fuentes han confirmado que "estamos convencidos de que la consolidación entre ambas compañías es la solución contra la crisis que vive el sector aéreo".
Un cambio de porcentajes debido a la Bolsa
Como ya declaraba el pasado julio el presidente de Iberia, Fernando Conte, "la fusión es fruto de una decisión unánime", ya que "ambos consejos de administración han manifestado su voluntad de iniciar el proceso". Además, tanto el presidente la aerolínea española, como el consejero delegado de British Airways, Willy Walsh, afirmaban en el mes estival, que "está previsto que la operación concluya en menos de un año", algo que "se espera que cumpla", indican fuentes de British.
Por su parte, Walsh declaraba este fin de semana en un medio de comunicación británico que no siente "presión" sobre su fusión definitiva con Iberia y destacaba que la aerolínea española está "sobrevalorada" en Bolsa. También indicaba que British "no aceptará el trato si supone que la compañía aérea británica se quede con una participación de menos del 60%". En concreto, podría ser el 53% de la aerolínea fusionada, ya que según el cambio de moneda actual, ambas compañías alcanzarían una participación similar en la fusión. Según los términos originales del acuerdo, British Airways alcanzaría una participación del 65% en la nueva sociedad tras la unión, frente a un 35% de Iberia. Sin embargo, el deterioro de la cotización de la aerolínea británica frente a la apreciación de los títulos de Iberia ha hecho cambiar las reglas del juego hacia una posición de ambas compañías mucho más igualitaria en la operación.
A colación con este asunto, desde fuentes de British han aclarado que a lo que se refiere exactamente Walsh, es que "esta operación es puramente industrial entre dos aerolíneas compatibles", y concretamente, "una domina la zona del Atlántico norte (British) y otra la zona del Atlántico sur (Iberia)". Por ello, indican las mismas fuentes, que "se trata de una operación lógica" y que debe hacerse atendiendo al volumen de las compañías en cuestión y "no dejarse llevar por la coyuntura actual que vive la Bolsa".









