Entre los diferentes países del Mediterráneo, Francia, España e Italia concentran el 92% de la oferta global, con unos porcentajes del 48,3%, 23,4% y 21%, respectivamente. En el caso de España, además de las instalaciones de golf de Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana, también destaca Madrid, a pesar de su desventaja geográfica. Además de estos destinos maduros, también son mencionables dos destinos emergentes, como Marruecos y Egipto, que ocupan el cuarto y quinto puesto del área analizada.
Más allá de la diferenciación entre países, el estudio profundiza en las posibles debilidades y fortalezas de este segmento turístico. En el caso del primer aspecto, las carencias en la formación de los empleados, la falta de coordinación y los problemas de acceso al agua reducen la competitividad de algunas regiones mediterráneas. Asimismo, otra de las debilidades, especialmente en los países africanos, podría ser la inseguridad de algunas zonas, unida a la inestabilidad política. Además de estos aspectos negativos, que merman el desarrollo del Turismo de golf en algunos de los destinos, la competencia de países como Portugal y Reino Unido se ha convertido en la principal amenaza.
Por otra parte, entre las fortalezas de los países del Mediterráneo frente a otros destinos destacan la variedad de campos de golf y la calidad de los servicios ofrecidos en los mismos. Finalmente, también mencionable es la cercanía a los principales mercados emisores—Alemania, Suecia, Francia y Reino Unido—, lo que concede una cierta ventaja a los países Mediterráneos.









