Los Ministros de Turismo de la UE, de los socios del Sur (Albania, Autoridad Nacional de Palestina, Argelia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Marruecos, Mónaco, Montenegro, Mauritania, Siria, Túnez y Turquía) y de la Liga Árabe, se han reunido en Barcelona con el fin de fomentar el Turismo en la zona del Mediterráneo. El encuentro ha servido para impulsar una coordinación global en materia turística como clave para el desarrollo económico de las dos riberas del Mar Mediterráneo.
En este sentido, la copresidencia de Francia, Egipto y España ha presentado una declaración consensuada. En este documento entre otras cosas, invitan a todos los socios de la Unión por el Mediterráneo a elaborar un programa de trabajo relativo al Turismo sostenible en la región, que será presentado en la próxima Conferencia Ministerial de Turismo.
Igualmente, los tres países dan la bienvenida a iniciativas públicas y privadas que fortalezcan el flujo en la región, que promuevan el desarrollo de actividades turísticas éticas y sostenibles y que ayuden a tomar medidas que apoyen el desarrollo de I+D, el aprendizaje a largo plazo, la formación y las inversiones en el Sector Turístico de la zona.
Esta es la segunda reunión de responsables de Turismo en el marco de la Unión para el Mediterráneo tras la celebrada en Fez (Marruecos) en 2008. La doble condición de España como país mediterráneo y europeo, así como impulsor del Proceso de Barcelona, ha llevado a la organización de este encuentro durante la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea.
Por qué el Mediterráneo
El Turismo es una actividad económica vital para todos los países de la ribera mediterránea, que atrae al 30% de las llegadas turísticas internacionales, ha asegurado el Ministerio de Turismo en un comunicado. Así, considera que los países del Mediterráneo "constituyen la región líder a escala mundial en lo que se refiere a Turismo costero, náutico y de cruceros".
Por estas razones, ha destacado que esta zona "debe continuar desarrollando una industria turística competitiva, ligada de modo indisoluble a la sostenibilidad social, cultural y medioambiental". Así, ha subrayado que las regiones de la ribera Mediterránea, que comparten unas raíces comunes, "tienen un considerable potencial para el crecimiento en el ámbito turístico", por lo que "una cooperación más estrecha entre los agentes del Sector alentaría el refuerzo de la identidad Mediterránea y el impulso de los intercambios, el acercamiento y la comprensión entre los pueblos, siempre que se base en criterios de desarrollo sostenible".










