La primera de las resoluciones, sobre el Código Ético Mundial para el Turismo, aplaude el creciente grado de compromiso institucional y jurídico de los Estados miembros en su aplicación. Asimismo, reconoce la necesidad de promover el desarrollo del Turismo sostenible y de incrementar los beneficios para los destinos, a la vez que preservar su integridad cultural y ambiental.
La segunda, sobre la promoción del ecoturismo para la erradicación de la pobreza y la protección ambiental, resalta que esta oferta turística puede tener efectos positivos en la generación de ingresos, la creación de empleo, la educación y, de ese modo, en la lucha contra la pobreza y el hambre. Además, asegura que el ecoturismo crea oportunidades significativas para la conservación, la protección y el uso sostenible de las áreas naturales.
Finalmente, en la tercera resolución, que aborda la situación de los pequeños Estados insulares en desarrollo, se advierte que el cambio climático, unido a otras causas de degradación ambiental, podría incidir negativamente en la sostenibilidad de estos destinos. Por consiguiente, la asamblea general de la ONU insta a la OMT y demás partes interesadas a apoyar el desarrollo y la aplicación por parte de estos Estados de medidas encaminadas a promover el Turismo sostenible.










