La crisis económica afectó de lleno al Turismo nacional en 2008. En dicho ejercicio, marcado por el inicio de la coyuntura adversa, se moderaba la contribución del Turismo al Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 10,5%, tres décimas menos que en 2007. Este descenso ha supuesto que la influencia de dicha actividad se reduja a su nivel más bajo desde 1995.
Tal y como desvela la Cuenta Satélite del Turismo en España, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la facturación del Turismo alcanzó en 2008 los 113.930 millones de euros, un 2,9% menos que en el año anterior. Si bien a precios corrientes, sin tener en cuenta la inflación, la tasa de variación estimada crecía un 0,7%. Según el INE, estas cifras ponen de relieve "una desaceleración de la demanda final turística acorde con la evolución general de la economía española, moderando su contribución al PIB".
Entre los factores que han motivado la retracción de la aportación del Turismo al PIB, destaca en primer lugar el recorte experimentado por el Turismo receptor. Por segundo año consecutivo el gasto de los turistas extranjeros desaceleraba su crecimiento, con una tasa del 1,4%, frente al 4,5% alcanzado en 2007.
De manera similar, aunque con una mayor intensidad, el gasto asociado a los viajes de los españoles al extranjero registraba una desaceleración de más de diez puntos —del 11% de 2007 al 0,6% de 2008—. Esto permite compensar la caída de los ingresos turísticos, manteniendo el saldo en unos niveles "similares" a los del año anterior —29.341 millones de euros en 2008, cuando un año antes alcanzaron los 29.153 millones de euros—. En cuanto a los desplazamientos internos, según el INE, el gasto de los turistas nacionales en viajes dentro de España ha caído en en el año analizado un 3% en términos reales (a precios corrientes creció el 0,3%).
Las agencias crecen por debajo de la media
Por ramas de actividad, el transporte aéreo, la restauración y las actividades recreativas, culturales y deportivas crecieron por encima de la media de las actividades tradicionales vinculadas al Turismo y del total de la economía. Todo lo contrario sucede con el transporte marítimo, el transporte terrestre, las agencias de viajes y el alojamiento, que experimentaban en 2008 un incremento inferior al de la media de la economía española y de las actividades características del Turismo.
Por segmentos, el correspondiente a los viajes de negocios ha sido, nuevamente, el que presenta el comportamiento más dinámico de 2008, con un crecimiento interanual a precios corrientes del 2,2%, 1,5 puntos porcentuales más que la correspondiente tasa de la demanda turística. Sin embargo, si se atiende al origen de dichos viajes —Turismo receptor e interno— se aprecian pautas completamente diferentes. Así, mientras los viajes de los extranjeros por motivo trabajo crecían en 2008 un 7,7%, los viajes de negocios del Turismo interno caían un 0,9%.










