En un momento en que la comercialización a través de Internet está cobrando cada vez más una importancia "crucial" para la Hotelería española, la importancia de contar con una certificación de calidad, como es el caso de la ‘Q’ turística, puede ser clave para defender los intereses del establecimiento independiente o la cadena, señala a NEXOHOTEL el presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Miguel Mirones.
"La venta online va añadida a una serie de escenarios o foros en los que el cliente expresa sus opiniones sobre los establecimientos, convirtiéndose así en un nuevo elemento de comercialización", puntualiza Mirones. Y es que, ya está sobradamente demostrado que las referencias (positivas o negativas) de visitantes que han pasado por un establecimiento concreto, se convierten en incuestionables herramientas de decisión para los usuarios habituales de estas redes, a la hora de realizar su compra.
Como coinciden los expertos, una opinión desfavorable de los huéspedes, aunque efectivamente puede servir para la mejora del establecimiento (reutilizándose como crítica constructiva), puede mermar seriamente la reputación de un hotel. Reputación que conllevará un importante volumen de tiempo y esfuerzo para restaurar. Para el presidente del ICTE, la implantación de una norma de calidad puede también ser sinónimo para afrontar una o varias evaluaciones contrarias.
A juicio de Mirones, la certificación de calidad "aporta la garantía" de que el establecimiento reune todos los requisitos adecuados para prestar "un buen servicio" a sus clientes, independientemente de cualquier opinión externa. Y es que, a su parecer, las opiniones expresadas en estos foros no siempre cuentan con una procedencia contrastada. Por contra, elementos como la Q, "una norma auditada y controlada", ofrece "la garantía total" al cliente que acude a estos puntos de encuentro para planificar sus estancias.











