Méndez ha hecho especial hincapié en que el Consejo ha introducido en sus presupuestos una partida para empezar las obras de la segunda fase del palacio de Congresos, pero este dinero procede de la financiación extraorinaria del Estatut y no del Gobierno balear.
Esta segunda fase del Palacio de Congresos y Auditorio de Santa Eùlalia ampliará definitivamente la capacidad del edificio que, hasta ahora, sólo puede albergar 437 personas, en la zona del Centro Cultural. De hecho, el programa del proyecto se divide en dos utilizando la morfología de la parcela: el espacio rectangular y cartesiano es ocupado en su totalidad por el Palacio de Congresos y el Auditorio para ubicar más libremente correspondiente a esta segunda etapa y, por otra parte, introducido entre los árboles y las curvas de nivel, el Centro Cultural, que corresponde a la fase ya terminada.
En cuanto al futuro edificio, desde el vestíbulo se produce un acceso al espacio único de la sala. Este gran salón esta planteado como un lugar transformable de acuerdo al uso: desde una gran Sala de Congresos-Auditorio para 1.243 butacas que, con una primera división, se trasforma en una sala para teatro, danza y congresos de 840 butacas y otra de conciertos y congresos de 403 butacas. Un conjunto de telones móviles permitirán separar los graderíos del corredor y diferenciar salas de diferentes tamaños mediante una voluntad ‘teatral’ de incorporar un elemento significativo los telares al conjunto arquitectónico, tratando de dividir lo permanente de lo móvil.
Asimismo, el espacio escénico es otro de los puntos claves de esta etapa de la construcción del edificio. Se trata de una superficie útil de 15×20 metros, al que se le añade una corbata desde el graderío principal y un hombro suplementario conectado directamente con la carga descarga y las zonas de almacenamiento. La dotación acústica y técnica alojada en el cajón escénico se complementa con los camerinos, salas de ensayo y cabinas técnicas. Se pretende separar el mundo de la escena y los camerinos del espacio destinado al público. Para ello se dispone de un acceso independiente para el material escénico y el personal de montaje.
Importancia de las condiciones acústicas
Esta segunda parte del proyecto prestará especial atención a las condiciones acústicas del edificio, que han determinado el diseño de la sala, adaptándose tanto su volumen como su tiempo de reverberación a los valores recomendados, intermedios entre los de un auditorio y un espacio teatral. Todo el sistema de control acústico se ubicará en la cubierta, donde al control técnico de las instalaciones se le une el cálculo ajustado de la acústica de las salas. La concha acústica se incorporará al conjunto de elementos técnicos del cajón y se plegará sobre él para los conciertos.









