La decisión de Iberostar viene motivada por la modificación del proyecto del arquitecto Patxi Mangado, que se presentó el pasado mes de febrero. En un principio el arquitecto proyectaba la construcción de un hotel dividido en dos edificios, que gestionarían independientemente cada una de las cadenas. Sin embargo, ahora será uno sólo el hotel construido, de forma que la presencia de una de las dos cadenas deja de tener sentido.
Según apunta la sociedad en un comunicado, "al quedar finalmente un sólo edificio, Iberostar ha optado por salir del accionariado", vendiendo a Barceló, como accionista mayoritario, su porcentaje en la concesión. La posibilidad de alterar la participación en la sociedad estaba contemplada en los acuerdos suscritos por los socios y también en los pliegos del concurso por lo que "la solución ha sido rápida y nada traumática", como señalan desde la sociedad.








