La aerolínea que constituirán Iberia y British Airways, que tendrá por nombre International Airlines Group (IAG), habría registrado unos números rojos de 359 millones de euros en el primer semestre de 2010 si la fusión se hubiera hecho efectiva el 1 de enero del pasado año. Según las estimaciones realizadas por la compañía aérea española, la cifra de negocios semestral del grupo resultante ascendería a 6.581 millones de euros y el beneficio antes de intereses impuestos, amortizaciones y alquileres (Ebitdar) se situaría en 343 millones de euros. IAG habría experimentado unas pérdidas financieras netas de 83 millones de euros.
La fusión habría arrojado unas pérdidas por acción de 19,4 euros y unas pérdidas de explotación de 297 millones de euros, y el endeudamiento financiero bruto de ambas aerolíneas alcanzaría los 5.439 millones de euros. Iberia registró en el primer semestre del pasado año unas pérdidas de 21 millones de euros, un 87,% menos que en el mismo periodo de 2009. Los ingresos de la compañía aérea alcanzaron en dicho periodo los 2.227 millones de euros. En cuanto a British Airways, en su último semestre fiscal, que finalizó el pasado 30 de septiembre, consiguió un beneficio atribuido de 107 millones de euros frente a pérdidas de 207 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. La aerolínea ingresó 4.447 millones de euros.
Iberia hace públicas estas cifras una semana antes de su último día de cotización, que será el próximo 20 de enero. Un día después, el 21 de enero, se llevará a efecto la fusión y se suspenderá la cotización de las acciones de ambas compañías aéreas hasta el 24 de enero, para volver al parqué ya como títulos de Iternational Airlines Group (IAG). Los títulos de IAG comenzarán a cotizar de forma simultánea y en la fecha prevista en la Bolsa de Londres y en las Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, al inicio del mercado.
Hasta 15 millones de pérdidas por el plante de los controladores
Por otro lado, Iberia calcula que el cierre del espacio aéreo el pasado mes de diciembre supuso para la aerolínea unas pérdidas de entre 13 y 15 millones de euros, según estima en el folleto de emisión de su fusión con British remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía aérea justifica esta estimación por "las masivas cancelaciones de vuelos", los reembolsos y la reubicación de pasajeros en los medios de transporte alternativos, además de la atención de viajeros en los aeropuertos. "Entre los días 3 y 6 de diciembre de 2010 los controladores aéreos españoles llevaron a cabo acciones que provocaron el cierre del espacio aéreo español, provocando graves pérdidas en las aerolíneas", señala Iberia, que todavía no ha publicado su estadística de tráfico correspondiente al último mes del año.









