Esta medida se enmarca en la puesta en marcha de una serie de iniciativas con las que busca recortar sus costes unitarios y aumentar su productividad en un 25%. La aerolínea, aclara que esta medida, que solo afectará a los pilotos, viene motivada por la necesidad de ser "más competitiva" y poder afrontar con "mayores garantías de éxito la difícil situación que atraviesa, provocada por una demanda débil, los elevados precios del petróleo y una fuerte competencia". Asimismo, destaca que se ha visto "seriamente agravada" por las huelgas que desde el pasado mes de diciembre está llevando a cabo el sindicato Sepla y que se han traducido en unas pérdidas diarias de tres millones de euros.
En lo que se refiere a los cambios para mejorar la productividad, Iberia confirma que aumentará la actividad de los pilotos "siempre dentro de los límites que establece la ley". Así, fijará el límite de horas de vuelo en 900 al año (actualmente el límite en el convenio está en 820 u 850 horas según flotas), aunque la media real, según la aerolínea, está en torno a las 650 horas. Además, suprimirá los días adicionales de vacaciones generados por antigüedad, que sin embargo son considerados de actividad; planteará la sustitución de incidencias e imaginarias de convenio por imaginarias en programación; y adecuará la composición de las tripulaciones a la legislación vigente.
Iberia considera que este hecho demuestra "la poca voluntad del sindicato para negociar". La aerolínea ha hecho un llamamiento al Sepla para que vuelva a la mesa de negociación del VIII Convenio Colectivo, independientemente de las medidas ya anunciadas, y desconvoque la huelga. Asimismo, ha vuelto a convocar a los representantes de los pilotos para los días 18, 19, 20, 23, 24, 25, 26 y 27 de abril y ha desprogramado todos los vuelos a toda la sección sindical durante los próximos 15 días para facilitar su asistencia.











