"Las aerolíneas se han comprometido a trabajar con los gobiernos para construir una plataforma sólida para el futuro desarrollo sostenible de la aviación", subraya Tyler en el marco de la reunión anual de IATA celebrada en Ciudad del Cabo. Para ello están buscando un acuerdo global para la gestión de las emisiones de carbono del transporte aéreo a través de la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI), que celebra su asamblea a finales de año. Para los miembros de IATA, este convenio sería la opción más sencilla y eficaz.
El director general y consejero delegado de IATA ha reconocido que para los gobiernos la búsqueda de un acuerdo de medidas basadas en el mercado (MBM) no va a ser fácil. Esto se debe a las diferentes circunstancias de las compañías aéreas, ya que unas se encuentran en fase de crecimiento en los mercados emergentes y otras están estabilizadas en mercados más maduros. Por este motivo, "se requiere un enfoque flexible y la comprensión mutua", destaca Tyler.
"El desarrollo de un MBM no debe convertirse en una excusa para la generación de ingresos de los gobiernos con problemas de liquidez o para evitar las inversiones que incentiven en nuevas tecnologías y combustibles alternativos sostenibles de bajo carbono", ha explicado el director de IATA, "debe ser diseñado para ofrecer reducciones de emisiones reales".
Estos criterios de mercado son uno de los cuatro pilares sobre los que se sostiene la estrategia del sector aéreo para proteger el entorno. Los otros tres son las mejoras en la tecnología, las operaciones y las infraestructuras, que lograrán la sostenibilidad a largo plazo.
Además, IATA ha recordado que la aviación ha sido la primera industria en sugerir un acuerdo global para gestionar su impacto en el medio ambiente, marcando una serie de objetivos comunes: mejorar la eficiencia del uso del combustible reduciendo un 1,5% anualmente hasta 2020, limitar las emisiones netas con CNG2020 y disminuir la emisión a la mitad para el año 2050 en relación con 2005.









