La evolución de los precios de los productos turísticos es una de las claves fundamentales de la competitividad del destino y de la rentabilidad del Sector. Resulta sorprendente ver cómo en enero el IPC constata una caída del 10% en el precio de los "paquetes" (los turoperadores emisores), mientras "portales" como Trivago señalan un aumento del 4% en el precio de los hoteles españoles (a contracorriente del resto del mundo). En suma, que los operadores bajan sus precios, mientras los hoteros los suben. Algo que ocurre justo cuando los agentes de viajes británicos reclaman a los hoteleros de Baleares que ajusten sus tarifas este ejercicio.


