Husa Hoteles facturó en 2006 un total de 270 millones de euros, ¿Cuál es su valoración de resultados y los principales factores que han impulsado este crecimiento?
Los resultados están dentro de lo que habíamos previsto, teniendo en cuenta el entorno optimista en el que nos encontrábamos y con el turismo de negocio en una buena situación. Una coyuntura muy distinta es la que atravesamos en estos momentos. Como siempre los factores han sido varios: la positiva paridad del Dólar y de la Libra Esterlina, un entorno económico casi eufórico, cierta estabilidad laboral, una inflación prudente y la lucha encubierta de las compañías de vuelos de precios bajos.
Los datos de desaceleración económica, que cada vez parecen más patentes, ¿Cree que perjudicarán al Sector en general, y a Husa en particular, en sus cuentas de resultados?
La desaceleración económica o crisis -el nombre es lo de menos-, parece que de momento afecta más a la economía americana y anglosajona, aunque con todas las interconexiones de la globalización también nos afecta a nosotros. Por lo que parece, la crisis de las hipotecas ‘subprime’ no ha afectado de forma directa a la banca española, pero el entorno económico les ha obligado a restringir los créditos y de forma encadenada está afectando a las empresas y a sus empleados, en definitiva, a nuestros clientes. Esta situación, sin duda, nos va a afectar a todos, pero yo creo que es pronto para sacar conclusiones, ya que todavía queda la segunda parte del año, los meses de temporada alta.
A día de hoy, ¿Cuál es la situación actual de su alianza con la cadena árabe Coral Internacional?
La alianza continúa tal y como estaba planteada. Entre otros temas, seguimos practicando la mutua promoción en los mercados de Europa y Oriente, asistiendo entre otras a la Feria de Dubai y compartiendo folletos promocionales. También estamos hablando con otras cadenas hoteleras para su posible adhesión. Seguimos convencidos que esta alianza es una buena operación.
Su internacionalización se dirige hacia el Este, frente a la tradicional expansión hotelera española a Iberoamérica. ¿Ofrecen los mercados árabes y norteafricanos mejores atractivos a la inversión?
Los atractivos de ambos mercados son distintos, es una mentalidad diferente a Iberoamérica, puede que más compleja por la diversidad de costumbres, pero hablamos de un producto de gran lujo. En Oriente existen dos versiones de turismo de gran lujo: destinos exclusivos de ocio vacacional y destinos, también de lujo, para los negocios como pueden ser Dubai o Estambul. Hay que trabajar codo con codo con el socio local, ya que no es conveniente imponer las costumbres occidentales si el cliente no lo demanda. Cada huésped tiene un trato distinto y todo con un gran lujo.
Pasando a la coyuntura hotelera española, ¿Cuál es su visión de las modificaciones que se han efectuado en la Administración turística del Estado?
En la historia reciente hemos visto todo tipo de cambios y de una forma u otra hemos evolucionado y seguido adelante. Las modificaciones se refieren a organigramas y estructuras similares a las ya habidas en otras legislaturas, que creemos son operativas. Para el Sector lo importante son las personas que desempeñan cargos en Turismo y el interés general que se dedique a nuestra industria.
De la primera reunión de la Secretaría de Estado con los directores generales de las CC.AA ha salido la propuesta de que el empresariado participe también financieramente en futuros planes turísticos. ¿Cómo valora esta propuesta?
Yo diría que es pronto para hacer comentarios sobre este asunto. Es muy difícil alcanzar un acuerdo, pues el empresariado está muy diluido, hay mucho minifundio. ¿Cómo se convence a los miembros de una pequeña empresa familiar para que hagan aportaciones económicas? ¿Y si no aportan todos, por qué unos aportan y todos se benefician? Es un tema muy complejo. El empresariado ya tiene entes promocionales mixtos con las administraciones (como el caso de Barcelona, Valencia o Mallorca) y son muy efectivos.
En materia hotelera, por todas partes se escucha la necesidad de vender experiencias al cliente. Sin embargo, ¿Cree que realmente se está ofreciendo cada vez más un valor añadido al usuario y que éste lo percibe como tal?
Yo creo que sí. Pienso que los empresarios quieren ofrecer algo más que alojamiento. Desde hace un tiempo todos estamos haciendo mejoras en los establecimientos. Se están mejorando los servicios prestados, hay bufets de desayunos de distintos tipos en un mismo establecimiento. Se remodelan los establecimientos en distintos nichos o conceptos. Se están elaborando nuevos paquetes de varios días con temas específicos. Hay hoteles que han abierto restaurantes muy selectos para clientes y personas no residentes. Se está poniendo mucho interés en la decoración de las habitaciones. En fin, estamos en un período de ser distintos, renovarse o perderse.
En el apartado de comercialización, parte de las asociaciones de agencias de viajes se han rasgado las vestiduras ante el anuncio de entidades como Correos de vender talonarios de hotel. ¿Cómo ve este posicionamiento de las agencias?
Yo pienso que las funciones de un ente como Correos no son las de vender talonarios de hotel o recargarlos. Las agencias ante los nuevos sistemas informáticos han sufrido mucha competencia desleal y esta es una más. En vez de vender talonarios sería muy interesante que Correos abriese los sábados por la tarde y que ofreciera mejores servicios en las zonas turísticas.
Como miembro de Hotrec conoce las desavenencias con entidades como ISO para normalizar la calidad en los establecimientos. ¿Cree que esta normalización debe partir desde el propio Sector?
De entrada hay que separar los temas de calificación por categorías, estandarización / normalización y calidad. En España, las normas de calidad de la ‘Q’ tienen su origen en Tenerife, donde un grupo de empresarios de forma voluntaria deciden cuales serían las normas operativas de los establecimientos para obtener la calificación. En el caso de ISO, se pretende que unos "supuestos expertos" dicten cuales deben ser las normas internacionales para la operativa hotelera. La HOTREC con muy buen criterio sostiene que no es posible que un hotel en Baly, otro en Andorra y otro en Estocolmo funcionen con las mismas normas. Ciertamente la calidad la otorga el cliente y la mejor es el binomio Sector con el cliente.









