Con su firma, que se produjo en 2007, entrando en vigor en 2008, también se introdujeron facilidades como la inversión de capital extranjero en las aerolíneas de otra parte y el impulso de acuerdos comerciales entre las líneas aéreas de ambas naciones. Con la ampliación del acuerdo, la zona trasatlántica común de aviación abarcará el 60% del tráfico mundial de pasajeros, según el informe presentado por el ministro de Fomento, José Blanco, ante el Consejo de Ministros.
Otra de las prioridades de Fomento será el impulso del ‘cielo único europeo’, para "facilitar mayor capacidad de prestar servicios a las aerolíneas y fomentar mayor eficiencia del transporte aéreo europeo". Según el Ministerio, se traducirá en menores retrasos para los pasajeros, mayor seguridad y una reducción significativa de las emisiones.









