Si las tarjetas de crédito retrasaron a febrero la cuesta de enero, en 2009 podría ser más inclinada que nunca para los agentes de viajes. A la severa caída de la facturación, que se verá agudizada en febrero, se le unirá la carencia de financiación bancaria. El parón del crédito no remitirá hasta marzo, si las medidas de ayuda al sector financiero dan resultado. Por tanto, enero y febrero pueden convertirse en una dura prueba a superar.









